Es un trastorno clínico que la persona que lo padece siente y piensa que tiene un defecto físico o crea que un pequeño defecto es algo mucho más grave, o incluso llegue a imaginarlo.
La dismorfofobia suele comenzar en la adolescencia, pero puede afectar a grupos de todas las edades y se da tanto en hombres como en mujeres. Entre las preocupaciones más recurrentes están los defectos faciales (piel, boca, nariz o pelo) y en el caso de las chicas se sumarían las mamas; o pueden referirse a aspectos más globales, como sentirse feo.
CAUSAS
La baja autoestima, que va poco a poco inundando a la persona de pensamientos negativos, sobre todo, hasta que acaba llegando a su propia imagen corporal.
El entorno tiene un papel muy importante, debido a que una persona que sufre acoso tendrá más posibilidades de sufrir este trastorno, la familia es otro punto destacable, y que pueden provocar esa baja autoestima en la persona, que acabe llevándola a la dismorfofobia. También se da con frecuencia en personas con trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia).
SÍNTOMAS
Los principales síntomas son los pensamientos obsesivos acerca de los defectos percibidos, depresión, ideas y creencias delirantes relacionadas con dichos defectos, así como ansiedad y baja autoestima. Algunas personas evitan el contacto social, porque les genera ansiedad y estrés.
Aquellos que sufren dismorfofobia tratan de ocultar aquellas partes de su cuerpo que les preocupan, usando mucho maquillaje, cambiando su postura corporal o usando un exceso de ropa. Además, establecen costumbres rituales como mirarse al espejo durante largos periodos de tiempo.
El balance y la retroalimentación entre el verse bien y el sentirse bien pierde todo equilibrio en la dismorfofobia, quedando el bienestar psíquico completamente dependiente del cuerpo, que en este caso ni siquiera se corresponde con la imagen real, sino con el cuerpo erróneamente percibido por el paciente.
PREVENCIÓN
Es importante transmitir unas ideas sanas acerca del aspecto físico y del perfeccionismo como forma de vida. Así mismo, es necesario controlar las críticas emitidas hacia el sujeto o la dinámica de las comparaciones entre hermanos o amigos y luchar contra el acoso escolar.
La familia juega un papel fundamental restando importancia a los cambios que tengan los jóvenes en su cuerpo durante la adolescencia.
TRATAMIENTO
El tratamiento incluye terapia psicológica y medicamento. Su base fundamental es el diálogo, que proporciona un ambiente de apoyo que le permite hablar abiertamente con alguien objetivo e imparcial.
Las metas del tratamiento psicológico son:
• La modificación de las autoverbalizaciones negativas sobre el cuerpo.
• El cambio de los supuestos irracionales sobre la apariencia física.
Para cualquier situación es necesario me consulte para una cita, ya que, puedo ayudarle a resolver y planificar su bienestar personal y social. Teléfono: 8872-0670 y preguntar por la Dra. Morales. Facebook: Psicología Clínica y Salud