En Costa Rica, una innovadora práctica pionera de recuperación de residuos ha permitido reciclar 28 toneladas de plásticos, equivalentes a aproximadamente 1.129.350 botellas de 600 ml, mediante su incorporación en mezclas asfálticas para infraestructura vial.
La iniciativa representa un modelo de economía circular en el que residuos plásticos se convierten en insumo para la construcción, en lugar de terminar en vertederos, ríos o mares.
Fotografía con fines ilustrativos.
Sobre el proyecto
El avance ha sido posible gracias a un proceso técnico que permite integrar un 1% de plástico reciclado en la mezcla asfáltica, sin comprometer su calidad ni desempeño.
Esta tecnología ha sido aplicada en espacios como el campus de la Universidad de Costa Rica, la pista de Go-Kart del Parque Diversiones y, recientemente, en la vía de acceso a Playa Palo Seco en la Municipalidad de Parrita, una de las primeras carreteras públicas del país en adoptar esta solución.
Más de un millón de botellas plásticas transformadas en infraestructura vial. Foto: cortesía.
Así lo evidenciaron las evaluaciones técnicas efectuadas por la Compañía Asesora de Construcción e Ingeniería CACISA S.A. al demostrar que estas mezclas mantienen condiciones equivalentes a las del asfalto convencional en términos de durabilidad y resistencia.
Según las autoridades, uno de los aspectos más valiosos del proceso ha sido la creación de una red de colaboración para el acopio del material, que involucra a centros educativos, organizaciones comunitarias y empresas.
Más de un millón de botellas plásticas transformadas en infraestructura vial. Foto: cortesía.
La empresa PAVICEN, impulsora de esta iniciativa, ha recibido las certificaciones del Ministerio de Salud como gestor autorizado para recibir y valorizar residuos plásticos en la fabricación de mezcla asfáltica.
“Con voluntad técnica y compromiso colectivo, es posible abrir nuevas rutas para el desarrollo con responsabilidad ambiental. Por un lado, hay personas y organizaciones comprometidas con entregar sus residuos plásticos de forma responsable, y gracias a ellas es posible recuperar este material”, indicó Javier Apéstegui, Gerente General de PAVICEN.
Más de un millón de botellas plásticas transformadas en infraestructura vial. Foto: cortesía.
“Son estas decisiones las que hacen la diferencia: transformar un residuo en un insumo para construir de manera más sostenible, responsable y con visión de futuro” concluyó Apéstegui.
PAVICEN mantiene una alianza con el programa ecoins, para motivar a más personas a sumarse a la correcta gestión de los residuos, en este caso, del plástico.
Fotografía con fines ilustrativos.
Debido a este trabajo conjunto más de 4 mil niños y niñas han participado en la separación de residuos, a la vez que sus centros educativos ganan ecoins con los cuales participan en sorteos a través de la plataforma.