Una vez concluido el periodo de emergencia, el número final de muertes se fijó en 89, y así el país registró en su historia la peor tragedia relacionada con volcanes que ha debido enfrentar.
Incluso, en una de las últimas publicaciones hechas por La Prensa Libre tras la fuerte erupción, el geólogo de la Universidad de Texas, Víctor Oppenheim, afirmó que la actividad del volcán Arenal durante aquellos días de julio resultó insólita.
“Manifestó que en la historia de los volcanes del mundo únicamente conoce dos casos similares, el Mont Pelee en la isla Martinica cuyas erupciones de nubes ardientes en el año de 1902 ocasionaron la muerte de más de 30 mil personas y el Volcán Arenal en Costa Rica cuya devastadora y presente actividad es bien conocida hoy por el mundo”, indicaba el Decano de la Prensa Nacional.
Precisamente, esos dos colosos fueron los que han lanzado en su época de intensa actividad esa gran cantidad de materiales volcánicos que dejaron la estela de destrucción y muerte, bautizados por un famoso geólogo francés como “nube ardiente”.
“Explicó que se trata de una nube que lanza el Arenal y que al salir el volcán traen la temperatura oscilante entre los 2 mil y los 1.500 grados centígrados. La composición química de la nube es de azufre, hidrógeno sulfurado y cloro además de otros elementos lo cual es suficiente para producir la muerte de forma instantánea a quien lo respira”, aseveró el medio.
DÍAS DE ANGUSTIA
Según los registros de aquella primera fase explosiva, esta finalizó cerca del 12 de agosto y el Arenal se mantuvo en calma hasta el 13 de setiembre, cuando hubo nuevamente erupciones, hasta el 18 de setiembre.
Después de eso, volvió la expulsión de lava en bloques que llegó a avanzar hasta 13 metros diarios y se mantuvo hasta aproximadamente noviembre de aquel año.
VENTAJAS A FUTURO
Pero, pese al temor y la angustia generados en aquel momento, el experto anunciaba que a futuro esas erupciones representarían ventajas para los habitantes de las zonas y los cultivos.
“El doctor Oppenheim manifestó también que haciendo a un lado todas las calamidades que le han provocado Guanacaste las erupciones del volcán, la ceniza que ha caído en grandes cantidades en una vasta zona de la provincia representa un gran beneficio futuro toda vez que la ceniza al descomponerse se convierte en un abono riquísimo para el suelo esto se producirá, según dijo, al cabo de algunos años”, rezaba la publicación del periódico más longevo de Costa Rica.
Pero, más allá de esos beneficios en el tema de la naturaleza y los cultivos, los poblados en las cercanías del volcán Arenal se volvieron un atractivo turístico con gran cantidad de hoteles y restaurantes.
Esto especialmente en el sector de La Fortuna de San Carlos, donde el coloso se impone en el horizonte, frente a los visitantes que pueden ir a conocer el parque nacional.
Por ese motivo, hoy los actuales habitantes de la localidad o quienes la han visitado no se pueden imaginar esta zona sin que el macizo fuera el centro de las actividades económicas.
Hoteles, restaurantes, excursiones, tiendas de regalos, empresas de transporte, las aguas termales e incluso la existencia del Parque Nacional Volcán Arenal centra su atención en el prominente vecino más antiguo de la zona.
ACTIVIDAD DEL COLOSO
Después de aquella erupción que marcó el despertar del volcán, ha estado en constante actividad y, desde entonces y hasta 2010, se han presentado 13 eventos con lanzamiento de ceniza y flujos de lava.
Afortunadamente ninguno dejó víctimas que lamentar y justamente la del 2010 es una de las más recordadas porque se produjo en mayo y el lanzamiento de material incandescente fue constatado por muchos de los turistas que estaban en la zona aquel día.
Luego de ese evento, el volcán entró nuevamente en estado de reposo y hasta la fecha así se ha mantenido, mientras cada año miles de turistas llegan a visitarlo y observar su imponencia.
Pese a tanto tiempo de relativo descanso, la vigilancia se mantiene constante por parte de los expertos, para evitar que haya una sorpresa y se produzca un percance similar al ocurrido en 1968.