Una dominicana, identificada con el apellido Díaz, fue detenida por la Policía Profesional de Migración mientras se encontraba en su casa ubicada en La Aurora de Alajuelita.
La extranjera nacionalizada costarricense en apariencia conformaba una banda internacional dedicada al trafico de personas a las cuales les arreglaba matrimonios simulados con personas costarricenses entre ellos drogadictos, prostitutas e indigentes.
El modo de operar de esta organización que laboraba entre República Dominicana (red de enlace), Nicaragua, Panamá y Costa Rica era movilizar mujeres y hombres de 20 a 40 años. Les cobraban $5 mil sólo para entrar al país ya que eran trasladadas vía aérea. Dicho sea de paso, todo mediante puntos ciegos de las fronteras del territorio, para luego ascender hasta los $15 mil que cobraban para los procesos de naturalización.
“Logramos detener a tres mujeres, entre ellas una que en apariencia es la líder de la banda. En la incautación logramos dar con muchos documentos que eran modificados ya que se pudo constatar que los sellos no eran los originales de la Dirección de Migración.
Esta investigación inició desde julio del 2012 cuando hubo una serie de denuncias con respecto a movimientos de ciudadanos dominicanos en el país. No obstante, tenemos las sospechas de que esta organización trabajaba desde del 2006”, explicó Freddy Montero, viceministro de Gobernación.
Don Freddy demás confirmó que meses atrás a esta banda se le decomisaron $410.000 en efectivo y medio kilo de cocaína; lo que quiere decir que la organización no solo traficaba personas, sino que también movilizaban droga y legitimaban capitales.
Los policías no solo irrumpieron la vivienda de la dominicana, también realizaron otra operación cerca de la parada de los buses de Puntarenas en el centro de la capital. En este lugar, en apariencia, vive un hombre de apellido Peña el cual es sospechoso de integrar la banda. En este caso los agentes migratorios no lograron ubicar al masculino, sin embargo los agentes esperan poder detenerlo en próximos días.
Montero no especificó cuántas personas han entrado al país, pero tienen un estimado de unas 30.