El Día Internacional de los Trabajadores, se celebra en homenaje a todos los seres humanos que cumplen con esa norma de vida con mucho esfuerzo, en distintas actividades, logrando con su trabajo cotidiano, fortalecer el espíritu, forjar el carácter, y sentirse digno ante la familia y la sociedad.
La historia de los derechos humanos está muy ligada a las diversas luchas sociales, políticas, económicas y culturales, que le permitieron a la clase trabajadora, buscar condiciones de vida para desarrollarse de forma integral.
Lo que supone que el deseo del ser humano para sobrevivir y gozar de un mayor bienestar se materializó, cuando comenzó a asumirse de manera colectiva, es decir, en la medida en que se unían esfuerzos y se actuaba de manera conjunta y organizada.
Está claro que el desafío hoy, es evitar retrocesos en los derechos alcanzados y lograr el reconocimiento y disfrute de ellos, para toda la población, específicamente, en lo que respecta a los derechos económicos, sociales y culturales.
Esto explica que a pese al debate actual sobre derechos humanos, es una señal de madurez de la sociedad contemporánea, no significa que esos derechos, sean reconocidos, respetados, enseñados y promovidos en todas las sociedades.
Pese a todos estos logros sociales, la vigencia plena de los derechos humanos, todavía no es una realidad en Costa Rica, ni en América Latina, por el contrario, existen serias amenazas a la permanencia de derechos ya conquistados con mucho esfuerzo y al costo de muchas vidas.
No obstante, algunas corrientes ideológicas, basadas en las sagradas escrituras dicen que Dios mismo ha conferido a la persona humana todos sus derechos y libertades y que nadie ni ninguna persona, institución, grupo, gobierno o partido, puede desconocer o violar esos derechos.
Para este grupo de pensadores, nadie puede otorgar o conceder lo que es constitutivo de la naturaleza humana, que viene dado por la vida misma. Los derechos humanos son indivisibles y no deben garantizarse unos en detrimento de otros.
Actualmente, la historia de la humanidad intenta explicar que los modelos socio-económicos han tratado de llevar progreso humano, por diferentes caminos:
Una escuela quiso garantizar las libertades individuales como el derecho a la propiedad privada, a la libertad de conciencia, religión, de reunión, asociación, emigración y residencia, y finalmente, la libertad de elegir y ser elegido, etc.
La otra, quiso garantizar los derechos económicos, sociales y culturales: esto es el derecho a una escuela y a la salud pública en cierto sentido gratuitas, el derecho a una ubicación laboral y a la seguridad social, financiada por el estado, etc.
Por último, esta disyuntiva, está superada por la misma historia, porque nada es estático, la historia humana sigue su curso y todos los modelos sociales se han visto compelidos a evolucionar o a desaparecer.
*Director Ejecutivo Asociación Salvemos el Río Pacuare