Un remolino o tornado de fuego es un fenómeno que adquiere una vorticidad vertical formando una columna de fuego por factores como la temperatura del aire y la fuerza de las corrientes de viento.
La mayoría surge a partir de los incendios forestales en los que hay grandes corrientes de aire sumamente calientes, ascendentes y convergentes. Además, pueden presentar una altura entre los 10m y hasta 50 m, duran solo unos minutos.
El pasado lunes funcionarios del Cuerpo de Bomberos registraron a través de sus cámaras de trabajo uno de estos fenómenos mientras atendían un incendio agrícola en Liberia, Guanacaste.
Luis Salas, director operativo de la institución, explicó que este fenómeno es muy usual en Guanacaste por lo que se aplica un protocolo para resguardar la seguridad de los apagafuegos que intervienen en estas situaciones.
Asimismo, señaló que hay que estar muy atentos de que no cambie la dirección del viento, las condiciones topográficas y otros elementos. “Este personal no solo realiza labores de extinción, sino que también deben estarse cuidando”, detalló.
Aunque en otros países estos tornados suelen ser devastadores, Salas aseguró que las condiciones en Costa Rica permiten que la duración sea de pocos minutos y los funcionarios pueden controlarlos. “En otros países se dan en bosques de pino cuya resina es altamente combustible. En Costa Rica no tenemos ese tipo de bosque”.
En otro caso un torbellino o “demonio de polvo” sorprendió a los productores de hortalizas en Palmira de Zarcero, que también lograron capturar este espectáculo de la naturaleza y aunque no presentaba fuego, sí generó que se elevara una gran columna de aire y tierra.