Mario Camacho fue uno de los últimos goleadores que tuvo el Puntarenas FC en primera división, salió campeón centroamericano con los chuchequeros en 2006 y también en Costa Rica en 2010 con Alajuelense, pero una jugada marcó a este delantero de por vida: su expulsión ante México en la Copa Oro 2007.
El ahora jugador retirado lo admite sin ningún problema, ese pasó a ser el momento por el que muchos aficionados lo vacilan siempre, pues todos recuerdan lo artera que fue esa jugada donde le dio una patada en el pecho al volante mexicano Cuauhtémoc Blanco.
“Todos los días me hablan lo de Cuauhtémoc, eso es inevitable y sucede desde 2007. Hay otros que se acuerdan de las chilenas y el torneo de Uncaf, pero mayormente de esa jugada contra México”, cuenta Camacho, quien se lo toma con naturalidad.
Ese día, el 17 de junio de 2007, la Sele dirigida por Hernán Medford tuvo un partido complicadísimo contra los aztecas en Houston, Estados Unidos, en un estadio lleno de mexicanos. Es juego era en suelo neutral, pero parecía como si se estuviera en el corazón de la selección contraria.
Los ticos iban cayendo 1-0 con dos hombres menos ante la escuadra del mítico Hugo Sánchez y Camacho solo quería entregarlo todo en la cancha.
“Imagínese, tenía todas las ganas del mundo, entonces atacaba y defendía. En esa jugada cuando vi el ‘Bofo’ Bautista alzó la cabeza, era que iba a hacer un cambio de juego. Yo quería cortar la jugada y no llegué, cuando iba a llegar ya no tenía chance de quitarme”, agregó.
SU NEGOCIO
Camacho colgó los tacos, ahora solo se preocupa por llevar adelante su familia y su negocio, un restaurante en su pueblo, Poás de Alajuela, y reconoce que la está pulseando para superar esta crisis que ocasionó la pandemia del nuevo coronavirus.
Sus ingresos se han visto disminuidos al no poder operar con normalidad, pues tiene que cerrar temprano y a veces solo vende para llevar.
“Hay que respetar las restricciones que pone el gobierno por el bien de todos y sí, se reduce la venta más o menos en un 60%”, comentó.
LARGA CARRERA
“El Toro” tuvo una larga carrera de 14 años en primera división, de 2003 a 2017, siendo Osa su primer equipo. Pasó por Carmelita, Herediano, Alajuelense, Puntarenas, Belén y Santos hasta finalizar su ciclo como futbolista en Liberia.
Según el estadígrafo Gerardo Coto, Camacho marcó 64 goles en la primera categoría.
“Creo que fue una carrera bastante buena. Tal vez me retiré muy joven, eso lo pienso ahora, pero lo que duró lo disfruté muchísimo y en cada lugar donde estuve hice amigos y las experiencias me quedan”, aseguró.
Sus momentos más memorables los vivió en Puntarenas bajo el mando de Luis Diego Arnáez, donde fue figura, y en Alajuelense, con el que salió campeón en el Invierno 2010.
“Me fue mucho mejor en Puntarenas porque fueron muchos años y la regularidad que tuve fue casi total. Estar en la Liga me marcó porque siempre fui liguista y jugar ahí fue un sueño de niño”, finalizó.