El jengibre es una raíz que no llama mucho la atención, pero sus propiedades y beneficios hacen que ese aspecto quede en un segundo plano. Tanto como remedio casero o como condimento el jengibre es un gran aliado que da muchos beneficios y se puede utilizar de diferentes maneras en el hogar, así que es una buena idea tenerlo siempre.
BENEFICIOS
Como sea que se use, los estudios que han realizado en diferentes lugares han demostrado que el jengibre es un excelente antioxidante por su composición y además es mucho mejor en este sentido que el ajo.
Es una fuente de minerales que el cuerpo requiere para un correcto funcionamiento como lo son el selenio, el potasio, hierro, magnesio y zinc.
Pero la lista no acaba ahí, también destaca el aporte que puede hacer de vitamina E y las del complejo B, sobre todo, ácido fólico.
Por eso en la dieta de cualquier persona es un ingrediente de suma importancia, pero en especial para deportistas o para quienes buscan neutralizar el efecto de los radicales libres del oxígeno.
MEDICINAL
Ya en un campo un poco más medicinal, esta raíz puede servir como antiinflamatorio y para aliviar los dolores de personas con artritis, así como reducir las molestias propias del dolor muscular por ejercicio, por ejemplo que se pueden tener.
Para mujeres que están embarazadas ayuda a reducir las náuseas y vómitos que son muy normales durante esos nueve meses, para esto se debe de consumir un gramo diario.
En lo que respecta al cáncer de próstata, los hombre también pueden tener un gran aliado ya que se ha relacionado con la inhibición del crecimiento y proliferación de células cancerígenas, en especial de este órgano masculino.
USOS
Además de poder utilizarlo como té o para preparar algunas otras bebidas, el jengibre tiene muchas otras posibilidades como ingrediente, para sacar provecho de todas esas ventajas que se han mencionado.
Pero también se puede utilizar, por ejemplo, para hacer galletas con jengibre y miel, o un bizcocho de té negro al jengibre, así como también, jengibre confitado para decorar o añadir a pasteles u otros platos dulces.
Otro ejemplo es cuando se cocina un pavo a la naranja y jengibre, o adicionarlo a una crema de crema de zanahoria, también para hacer una salsa picante para comer con nuggets de pollo.
Las posibilidades son muchas y las ventajas aún más, por lo que todo es cuestión de experimentar y comenzar a aliarse con el jengibre.