Un reciente estudio demuestra que los ticos terminaron la pandemia más endeudados. Se trata de compromisos con entidades como tiendas por departamentos, electrodomésticos, ferreterías, telecomunicaciones y sector financiero no regulado (prestamistas).
La mora muestra un incremento del 29,3% a junio del presente año respecto al mismo periodo de 2020, lo que refleja un endeudamiento más acelerado en comparación con el sector formal.
El reporte elaborado por el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), en colaboración con la empresa Equifax, indica que en promedio hay 997.852 cuentas con registros morosos en el sector crediticio no regulado.
El monto de la deuda alcanzó casi ¢390.000 por persona, que corresponde al 85,78% del ingreso bruto mensual del costarricense. Además el 20% de deudas morosas supera ese ingreso bruto promedio (más de ¢1.400.000).
Los realizadores del estudio concluyeron que la deuda morosa no solo se incrementó de forma considerable, sino que también empeoró su calidad. La realidad es que 45 de cada 100 cuentas morosas son incobrables o se encuentran en cobro judicial.
Se dice que si esta tendencia sigue al alza y con el mismo ritmo, para el próximo año más de la mitad de las deudas se clasificarán como incobrables o estarán en cobro judicial.
Gustavo Cubillo, profesor e investigador de la Escuela de Administración de
Empresas del TEC, expresó que los resultados entre un periodo y otro significan una alerta roja porque la tendencia señala que la cantidad de morosos seguiría subiendo en los siguientes meses.
“Los datos son para prestarles mucha atención, pues no hay elementos suficientes para pensar que los niveles de endeudamiento podrían bajar, ya que la tendencia de estos últimos dos semestres ha sido al alza, a pesar de que la actividad económica está aumentando y la vacunación brinda un panorama más controlado frente a la pandemia”, explicó.Este crecimiento coincidió precisamente con el periodo en que las entidades y empresas del sector regulado y no regulado finalizaron el beneficio de arreglo de pago en operaciones de crédito, justificado en la disminución de sus ingresos por causas asociadas a los efectos del Covid-19.
“Como habíamos advertido en el primer informe, las medidas paliativas en el momento en que se dictaron pudieron contener la morosidad, sin embargo en el primer semestre del presente año se experimentaron porcentajes más críticos de morosidad, por cuanto el proceso de reactivación económica no ha sido suficiente para disminuir el desempleo y la informalidad”, comentó.
Los hombres presentan un promedio de mora superior al de la mujer, a pesar de que la deuda morosa de la mujer aumentó más entre junio 2020 y 2021.
Resalta en el documento que el 7,19% de las cuentas morosas pertenece a extranjeros, cuyo monto promedio de mora era un 9% inferior a la de los costarricenses.