La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reporta 619 intoxicaciones de enero de 2023 a la fecha a causa de la automedicación, fenómeno que deja secuelas en la vida de las personas a corto, mediano y largo plazos.
En la lista de medicamentos que reporta el Centro Nacional de Control de Intoxicaciones están varios que se entregan con receta médica, como por ejemplo el clonazepam y el tramadol.
Ante esta situación resulta complejo entender cómo dos fármacos que requieren autorización de un doctor pueden conseguirse fácilmente, haciendo que las personas puedan automedicarse bajo criterios que leen en redes sociales o por recomendación de algún allegado.
DIARIO EXTRA conversó con Luis Carlos Monge, vocero del Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica, quien explicó que se consiguen ilegalmente en redes sociales o porque simplemente una persona a la que sí se la prescribieron no los utiliza y termina regalándolos.
“En el tema de medicamentos con recetas especiales de psicotrópicos y estupefacientes podemos adquirirlos únicamente a través de farmacias con receta médica, entonces ¿qué es lo que pasa?
Muchas de estas intoxicaciones se dan porque el producto ya está prescrito de forma correcta, está en las casas de las personas y de ahí lo utilizamos, se lo damos a algún familiar, se lo recomendamos algún amigo o se lo damos a una persona que realmente no puede o no debe utilizar este tipo de fármacos”, comentó.
RIESGO PARA LA SALUD
Monge agregó que esta práctica está muy generalizada en Costa Rica, ya que de boca en boca los costarricenses suelen recomendar pastillas para aliviar cualquier dolencia.
No obstante, hacer uso de fármacos sin el conocimiento médico puede llevar a sufrir efectos adversos, sobre todo por medicamentos fuertes como el clonazepam, los cuales, en vez de generar alivio, provocan problemas a corto, mediano y largo plazos.
“Vemos con particular preocupación el índice cada vez mayor de intoxicaciones por consumir clonazepam o productos como el tramal y la codeína, que van a tender a tener más efectos secundarios y mayores complicaciones en el paciente.
Incluso algunos pueden ser ya fármacos de abuso o sustancias de abuso que pueden poner en riesgo y en peligro la vida de las personas”, agregó el farmaceuta.
Según datos de la CCSS, las personas que más se automedican son los jóvenes y adultos, principalmente las mujeres con fármacos de acción central; es decir, sedantes, hipnóticos, ansiolíticos, antidepresivos y otros que están presentes en los hogares.
Por su parte, Vivian Ramos, directora del Centro Nacional de Control de Intoxicaciones, explicó que también existen reportes en niños y adolescentes, reprobando la actitud de los padres.
“En el caso de los menores de edad vemos que son los adultos quienes los medican, siendo algo totalmente conciliado; es decir, un niño no se automedica, sufre un accidente o una negligencia por parte de sus cuidadores”, puntualizó.
1 DE CADA 10 SON ILEGALES
En Costa Rica el 10% de los medicamentos que existen en el mercado se comercializan bajo la ilegalidad porque corresponden a productos falsificados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Lo anterior quiere decir que estos fármacos han sido alterados de diferentes formas, afectando su principio activo, por lo que representan un peligro para la salud y la vida de las personas.
Ante dicha situación las autoridades hacen un llamado a la población para que no consuma estos medicamentos, pues hacerlo agravará la condición de los pacientes porque no se atiende la enfermedad como corresponde.
Un producto falsificado puede contener ingredientes incorrectos, inactivos o contaminados, lo cual tiene efectos adversos, incluso pueden provocar la muerte.
“Hay casos en los que fármacos auténticos son robados de los establecimientos o las cadenas de transporte, perdiendo las condiciones adecuadas de temperatura y de almacenamiento para garantizar que no pierdan efectividad.
Las organizaciones del sector salud, en conjunto con autoridades, realizan anualmente campañas y operaciones para identificar estos productos”, informó la asociación farmacéutica Fedefarma.
Los productos más incautados son de la línea OTC, es decir, de venta libre, y generalmente constituyen tratamientos para aliviar el dolor muscular o menstrual.
Estos medicamentos son encontrados con frecuencia en el centro de San José, específicamente en el Parque La Merced, o en las fronteras, que funcionan para su trasiego.
“Hay señales que pueden indicar que un medicamento ha sido adulterado, falsificado o que no tiene licencia, por eso es mejor buscar puntos de venta que ofrezcan el adecuado almacenamiento y manipulación del fármaco”, informó Victoria Brenes, directora ejecutiva de Fedefarma.
Por ello las autoridades recomiendan a la población consumir medicamentos obtenidos por la vía legal y con previa autorización de un especialista médico.
RIESGOS DE LA AUTOMEDICACIÓN
-Presencia de efectos no deseados por no estar indicado para el padecimiento.
-Interacciones con otros medicamentos.
-Falta de efectividad del fármaco que sí está indicado por el profesional de salud.
-Puede alterar o esconder una enfermedad o condición clínica.
-Puede causar intoxicaciones.
-El uso de medicamentos fuertes puede generar dependencia o adicciones.
TODOS LOS FÁRMACOS SON PELIGROSOS
-Aunque se hace un énfasis en los fármacos que son psicotrópicos, los medicamentos convencionales como acetaminofén o ibuprofeno también pueden causar daños en el organismo.
-El límite de acetaminofén que se puede consumir por día es 4.000 miligramos, es decir, más de 40 pastillas, aunque este dato puede variar según la edad y el peso de la persona.
-Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) advierte que abusar de estas pastillas puede causar problemas al hígado.
-“Tenga cuidado de no sobrepasar el límite diario de acetaminofén cuando utilice un solo medicamento o una combinación de medicamentos que lo contengan. Tomados con cuidado y correctamente, estos medicamentos pueden ser seguros y eficaces, pero tomar demasiado acetaminofén puede provocar una sobredosis y causar daños graves al hígado”, señala la FDA.