El poder de compra de los salarios públicos y privados cayó entre un 3,7% y un 8%, según un análisis realizado por el Observatorio Económico y Social, Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA).
Greivin Salazar, economista que participó en la elaboración de los datos, manifestó que se trata de un comparativo del primer trimestre de 2022 en relación con enero de 2020.
Lo anterior significa que durante los últimos dos años las personas han tenido que pagar en promedio ¢6.560 más por cada ¢100.000 destinados a cubrir sus necesidades alimentarias y no alimentarias.
De acuerdo con el experto, los salarios mínimos apenas se han incrementado ¢2.640 por cada ¢100.000 en promedio.
Salazar hizo la salvedad de que en alguna parte del sector privado la situación de los trabajadores puede ser peor al no pagarse ni siquiera el salario mínimo de ley.
“El tema es que el salario mínimo ha tenido leves aumentos que no compensan la inflación y ahora se espera que el próximo incremento se dé en 2023”, explicó Salazar, quien aprovechó para recordar que ahora los incrementos son anuales.
El salario mínimo se define como la remuneración mínima absoluta que un empleador está obligado a pagar a sus colaboradores por el trabajo que realizan durante un periodo determinado.
No obstante, la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (ECE-INEC) señala que desde 2020, en promedio, 15 de cada 100 personas asalariadas reciben una retribución menor al salario mínimo.
La situación se incrementa a 56 de cada 100 para el caso de las actividades independientes. En términos absolutos se trata de alrededor de 253.000 y 313.000 personas a febrero anterior, respectivamente.
El analista advierte que fue a partir de setiembre de 2021 cuando el poder adquisitivo de los salarios mínimos comenzó a deteriorarse, producto del incremento en los precios, tanto del Índice de Precios al Consumidor (IPC) como en la canasta básica alimentaria.
“Para el 2022 el incremento en el salario mínimo establecido por la Comisión Nacional de Salarios fue de un 2,20% en promedio (¢2.200 por cada ¢100.000). Es insuficiente para cubrir el deterioro experimentado en el 2021, situación que se ha acentuado con el reciente incremento de precios, producto de las complicaciones en el entorno internacional (especialmente por el conflicto Ucrania-Rusia)”, destacó. De los 289 bienes y servicios que integran el IPC, el 60% aumentó, el 29% disminuyó y el 11% no presentó variación a marzo del presente año.