Sacar dinero de los cajeros automáticos cada vez es menos común en el país, de acuerdo con datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR), los cuales muestran que se pasó de 170 millones de retiros en 2019 a 90 millones en 2024, casi la mitad.
Según explica Carlos Melegatti, director de la División de Sistemas de Pago del Central, esto se debe a varios factores, pero el primero de ellos es un impacto colateral del covid-19.
“En 2020 nos ataca la pandemia y entonces la digitalización empezó a crecer enormemente, así como la bancarización. De ese año para acá, bancarizamos a 600.000 personas en Costa Rica”, compartió.
El funcionario refiere que en ese periodo se dio el nacimiento del Sistema Nacional de Pagos Electrónicos (Sinpe Móvil) y ello también incidió en el hecho de que cada vez menos personas opten por sacar efectivo o lo hacen en menor medida.
Para el año pasado, se realizaron en el país 648 millones de transacciones por dicho sistema, que significaron ¢11 billones que pasaron de una mano a otra sin la necesidad de efectivo o tarjetas de débito o crédito.
La transacción promedio por esta vía es de ¢16.000. Tal y como lo explica, la gran mayoría utiliza esa herramienta para compras chicas, “pero también hay gente que paga el alquiler de la casa”.
Ante esta tendencia, varias de las entidades bancarias en el país, como el Banco Nacional o el de Costa Rica, elevaron el límite de traspasos diarios de ¢100.000 hasta ¢500.000.
De acuerdo con Melegatti, esto da muestras de lo cómodos que están los bancos con esta modalidad de transacciones que han venido a sustituir en gran medida el uso de efectivo y ayudaron a bancarizar a decenas de miles de costarricenses.