Según datos de Corfoga
En el 2024 cada costarricense consumió 14 kilos de carne roja. De acuerdo con Luis Diego Obando, director ejecutivo de la Corporación de Fomento Ganadero (Corfoga), el aumento en la demanda interna de carne de res, unas exportaciones que se mantienen constantes y el incremento del hato ganadero del país, refleja un buen año para los ganaderos.
El sector cárnico cosechó 409.000 cabezas, las cuales produjeron cerca de 94.000 toneladas de carne durante 2024. Este crecimiento vino acompañado con precios internacionales particularmente altos que alcanzaron una subida de un 12,4%, llegando a los $6,05 por kilogramo (¢3.045 al tipo de cambio actual).
Por otra parte, el precio nacional no sufrió variación significativa, lo que permitió un crecimiento de la demanda de los ticos por este tipo de proteína. Cada costarricense consumió 13,97 kilogramos de carne de res, esta es la cifra más alta desde que se produjo la pandemia de covid-19.
Eso sí, Obando reconoce que la ganadería tuvo que enfrentar los dos extremos climatológicos en el año que concluye. En la primera etapa vivió una potente sequía que produjo la muerte de muchos animales, mientras que, en la segunda, hubo lluvias torrenciales por las tormentas tropicales que trajeron el mismo resultado.
Diario Extra conversó con Obando sobre el balance del año y los nuevos retos que enfrentarán para 2025.
¿Cómo valora 2024 para el sector cárnico?
– Lo vemos muy positivo, hay un hato que, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos, creció. Hoy hay más de 1,5 millones de reses, lo que quiere decir que los empresarios están observando un muy buen negocio en la ganadería.
¿Qué otros factores positivos encuentran en el año?
– Hay una mejora en la demanda de los consumidores. Esto lo vemos reflejado en la cosecha de matanza. Esto quiere decir que más personas consumieron carne que el año anterior. Este es el mejor año en los últimos cinco, entonces el animal se sacrifica porque evidentemente hay una demanda por carne. También encontramos que el consumo de carne de res de los ticos volvió a niveles cercanos a los 14 kilogramos por persona.
¿Y cómo van las exportaciones?
– Muy bien, pudimos diversificar los mercados. Antes China representaba el 65% del destino de la carne, hoy tenemos más mercados, conduce a una mejor captura de la demanda internacional, consecuentemente un precio promedio de exportación superior al de 2023.
En temas negativos, ¿a qué se enfrentaron este año?
– Nos tocó vivir los dos extremos climáticos. Primero, tuvimos una sequía extrema, que provocó pérdidas importantes en el sector. Luego, aunque no nos afectaron directamente, las tormentas tropicales causaron también la muerte de ganado y la reducción de su masa cárnica.
¿Cuáles son los retos del sector para 2025?
– Dos son los más importantes. Primeramente, tenemos el tema de la trazabilidad. Este se tiene que trabajar con el Gobierno. Luego está el mejoramiento de la productividad, porque el cambio climático no jugó a favor del sector. Por eso, la única forma de enfrentarlo es siendo mucho más productivo en finca. Creo que ese es uno de los retos, la productividad. Tenemos que mejorar, o sea más cantidad de kilos de carne por hectárea, mayores ganancias de peso diarias, mayores kilos de leche por lactancia y mayor cantidad de cabezas o unidades animales por hectárea.