Anoche Óscar Marín, ingeniero de sonido costarricense, se ganó dos estatuillas en los premios Grammy Latinos gracias a su trabajo “Salswing”, nominado al mejor disco del año, y “Salsa Plus”, como mejor de salsa. Ambos gracias a su trabajo con el productor y cantante panameño Rubén Blades.
Marín es un genio musical que vive este arte desde otra trinchera y ha trabajado con gigantes del medio artístico como Ricardo Arjona, Ricky Martin, Chayanne, entre otros.
El tico y el panameño enfrentaron a pesos pesados en mejor disco del año como Pablo Alborán con “Vértigo”, Bad Bunny con “El Último Tour del Mundo”, Camilo con “Mis Manos”, Juan Luis Guerra con “Privé”, Juanes con “Origen” y Natalia Lafourcade con “Un canto por México, VOL. II”.
Tras ganar el primer premio de la noche por “Salsa Plus”, la orquesta completa de Blades subió al escenario y dedicó el Grammy a la memoria de Carlos Pérez, timbalero que falleció recientemente víctima del Covid-19.
“Salswing tiene salsa y tiene swing, por eso se llama así, tiene temas de salsa y temas de swing. Él mismo (Blades) le puso ese nombre por esa mezcla. Aparte creó uno de solo salsa para que la gente no lo criticara tanto e hizo ‘Salsa Plus’”, expresó el tico en una entrevista anterior.