La Habana. (AFP) – Un potente terremoto de magnitud 6,8 sacudió el domingo la costa sureste de Cuba, precedido de otro fuerte movimiento telúrico, cuando el país se recupera del huracán Rafael que golpeó esta semana el oeste de la isla, dejándola totalmente a oscuras por casi dos días.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) situó el epicentro del primer sismo a 23,5 kilómetros de profundidad en el océano, cerca de la costa de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma, y a unos 175 kilómetros de Santiago de Cuba, la segunda ciudad más grande del país.
Una hora antes, la tierra se remeció con fuerza por un temblor de magnitud 5,9 en la misma zona, según el USGS. En ningún caso se emitieron alertas de tsunami.
“Se han producido deslizamientos de tierra, afectaciones en viviendas y tendido eléctrico”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel en su cuenta de X.
El mandatario pidió a la población de la zona “salir y mantenerse en lugares abiertos” para “salvar las vidas”.
En Caney de las Mercedes, un pequeño pueblo dentro del municipio de Bartolomé Masó, Karen Rodríguez dijo aún atemorizada a la AFP que “se sintió bien duro”. “Había pasado como media hora del primer temblor y entonces estábamos regresando a la casa cuando vino el segundo que fue todavía mucho más fuerte”, añadió la peluquera, de 28 años.
La gente sintió también la fuerte réplica en Bayamo, capital de Granma -de 140.000 habitantes-, ubicada a 50 km de Bartolomé Masó.
“Los postes se estaban moviendo, la calle, todo duró unos 20 segundos, el primero, porque luego hubo otro también muy fuerte. La gente sí se asustó, todo el mundo corriendo, saliendo de las casas muy asustados”, dijo a la AFP Liván Chávez, un soldador de 24 años.