Taiwán. (AFP) – Un terremoto sacudió el este de Taiwán poco antes de las 8 a.m. hora local de este miércoles, lo que provocó advertencias de tsunami para la isla autónoma, así como para partes del sur de Japón.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) informó que el sismo tuvo una magnitud de 7,4, con epicentro 18 kilómetros al sur de la ciudad de Hualien en Taiwán, a una profundidad de 34,8 kilómetros.
La Agencia Meteorológica de Japón estimó la magnitud en 7,5.
Se esperaban olas de tsunami de hasta 3 metros en las remotas islas japonesas de la región, incluida Miyakojima, dijo la agencia.
“¡Evacuar!” decía un cartel en la emisora nacional japonesa NHK.
“Se acerca un tsunami. Por favor, evacuen inmediatamente. No te detengas. No regreses”, dijo un presentador de NHK.
Imágenes de televisión en vivo desde los puertos de la región de Okinawa, incluido Naha, mostraron barcos dirigiéndose al mar, posiblemente en un esfuerzo por protegerlos del tsunami.
Taiwán periódicamente sufre terremotos porque la isla se encuentra cerca de la unión de dos placas tectónicas.
Un sismo de magnitud 7,6 sacudió Taiwán en setiembre de 1999 y mató a 2.400 personas, convirtiéndose en el desastre natural más mortífero en la historia de la isla.
Por su parte, Japón sufre alrededor de 1.500 sacudidas cada año. La gran mayoría son leves, aunque los daños que provocan varían según la profundidad del epicentro bajo la superficie terrestre y su ubicación.
La gravedad de los tsunamis (series de olas vastas y potencialmente destructivas que pueden moverse a cientos de kilómetros por hora) también depende de múltiples factores.
Incluso los terremotos más grandes generalmente causan pocos daños en Japón y Taiwán gracias a técnicas de construcción especiales y estrictas normas de construcción.
Japón también ha desarrollado procedimientos y tecnología sofisticados para alertar y evacuar a las personas cuando sea necesario.
El mayor terremoto registrado en Japón fue una enorme sacudida submarina de magnitud 9,0 en marzo de 2011 frente a la costa noreste de Japón, que desencadenó un tsunami que dejó alrededor de 18.500 muertos.
La catástrofe de 2011 también provocó la fusión de tres reactores en la planta nuclear de Fukushima, provocando el peor desastre de posguerra en Japón y el accidente nuclear más grave desde Chernobyl.
El costo total se estimó en 16,9 billones de yenes ($112.000 millones), sin incluir el peligroso desmantelamiento de la instalación de Fukushima, que se espera dure décadas.
A pesar de las directrices de construcción más estrictas, muchas estructuras, sobre todo fuera de las grandes ciudades, pero no solo allí, son viejas y vulnerables.
Esto se demostró con el terremoto de magnitud 7,5 del día de Año Nuevo de 2024, que azotó la península de Noto y mató a más de 230 personas, muchas de ellas cuando se derrumbaron edificios más antiguos.