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La Paz. (EFE) – Los gremios de transportistas de La Paz llevaron a cabo este miércoles una huelga para exigir al Gobierno del presidente Luis Arce garantías para la provisión de combustible, la cual está afectada por los bloqueos de carreteras que mantienen en el centro de Bolivia los sectores afines al exmandatario Evo Morales (2006-2019).
La protesta de los choferes comenzó durante la madrugada con lo que llamaron el “bloqueo de las mil esquinas”, con cortes de vías para la circulación de vehículos y la suspensión del servicio de transporte sindicalizado durante todo el día.
Varios grupos de transportistas se asentaron en los principales cruces de avenidas, mientras que otros atravesaron sus vehículos en las calles para impedir la circulación de particulares y motocicletas.
En algunos casos los manifestantes amonestaron a algún transportista que no acató la huelga y en otras oportunidades el castigo fue golpear con un cinturón al supuesto infractor, que era sostenido de las extremidades.
La población estuvo forzada a caminar grandes distancias o acudió a las estaciones del teleférico de La Paz, que siguieron en operación, pero colapsaron por la alta afluencia.
El Gobierno invitó a los dirigentes de los sindicatos de transporte a un diálogo que dé soluciones a las demandas del sector.
Por su parte, el dirigente Javier Escalante declaró a medios locales que la exigencia principal es el abastecimiento de diésel y gasolina, combustibles que comenzaron a escasear desde hace más de una semana por los bloqueos de caminos que mantienen los seguidores de Evo Morales en el departamento de Cochabamba.
La falta de combustibles ha hecho que las operaciones del transporte urbano desciendan un 30 %, por lo que los choferes también plantean la reprogramación de sus deudas en el sistema financiero, según aseguró Escalante.
Asimismo, los transportistas consideran que el Ejecutivo aplica un “gasolinazo encubierto”, debido a que puso en el mercado gasolina y diésel más caros, pues oscilan, respectivamente, entre los 6,2 y 6,8 bolivianos por litro (0,9 centavos de dólar y 1 dólar), en tanto que el combustible corriente subvencionado, que cuesta 3,7 bolivianos (0,54 dólares), está escaso.
La falta de combustible ha generado que muchos transportistas eleven el precio del pasaje en La Paz y su ciudad vecina El Alto, lo que ha sido cuestionado por los usuarios, que denunciaron el alza.
El Gobierno de Arce sostiene que el desabastecimiento se debe a los bloqueos y asegura que el producto está en el país, pero no puede llegar con normalidad a las plantas de distribución.
Desde el lunes de la semana pasada los seguidores de Morales continúan con el bloqueo de caminos para exigir soluciones a la situación económica, aunque también buscan que se levanten los procesos judiciales por trata de personas y estupro contra el expresidente y líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
El último reporte de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) señala que en Cochabamba existen 18 puntos de bloqueo, en los departamentos de Oruro hay dos y en Potosí uno.
La protesta de los transportistas se suma a las recurrentes marchas de cacerolas vacías y huelgas de sectores, como los comerciantes de carne de res, pollo y cerdo, que exigen una solución al encarecimiento de esos y otros productos.