Juan Carlos Hidalgo Bogantes, nuevo presidente del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), sostiene que en los últimos procesos electorales existió un gran déficit con el electorado costarricense.
Hidalgo conversó con DIARIO EXTRA sobre sus principales proyectos y las acciones que liderará dentro de la agrupación política con miras a los comicios electorales de 2024. Acá un extracto de la entrevista.
¿Cuáles serán sus prioridades al mando de la Presidencia en el PUSC?
-Un mandato que tiene que traducirse en logros y hechos concretos atendiendo las necesidades del partido en este momento. Primero que todo, la reforma a los estatutos, hay un clamor de las bases socialcristianas para que se haga una revisión en ese sentido, para que racionalicemos los procesos internos, particularmente desde la elección de candidatos a diputados, fortalecer las secretarías como órganos fundamentales, tanto en cuestiones de logística del partido, pero también de cuestiones programáticas, que ahí yo creo que tenemos un gran déficit con el electorado costarricense, que en los últimos procesos electorales no hemos sido contundentes sobre cuáles son las posiciones del Partido Unidad Social Cristiana en los grandes desafíos que tenemos por delante como país.
¿A qué se debe el fracaso electoral en los últimos procesos electorales?
-Es interesante porque el Partido Unidad Social Cristiana, si bien no ha ganado la Presidencia desde el 2002, ha sido un partido que ha tenido chances de llegar a una segunda vuelta, por lo menos en los últimos tres procesos electorales. En el 2014 empezó muy fuerte con la candidatura de Rodolfo Hernández, luego vino Rodolfo Piza, que yo creo que, si esa primera vuelta hubiera ocurrido tres días después, Rodolfo Piza hubiera llegado a segunda vuelta, y doña Lineth Saborío, quien estuvo de segunda en las encuestas hasta por lo menos un mes antes de la elección. De entrada, eso quiere decir que el Partido Unidad Social Cristiana tiene las posibilidades, no hay ningún nivel de rechazo.
¿Pero qué les ha hecho falta para dar ese salto?
-Creo que tenemos que tener una oferta programática más contundente, más clara. El otro día vi un comentario en redes sociales que si la elección hubiera sido un food court de un centro comercial, el PUSC es el restaurante que tiene la comida que no se sabe a qué sabe. Ese es un llamado de atención porque, efectivamente, en grandes temas que conciernen a los costarricenses en materia de costo de vida, de generación de empleo y ambiente, mucha gente pregunta que qué es lo que propone la Unidad Social Cristiana. No podemos seguir diciendo que hay que analizarla, que vamos a estudiarlo. Tenemos que tener respuestas contundentes.
¿Cómo se preparan para las elecciones municipales para ganar más de los 15 alcaldes que hoy tienen liderando gobiernos locales?
-Ese es el mayor desafío entrante. Hay que conseguir gente buena. Al final de cuentas, lo que yo he visto es que gente en las elecciones municipales casi no vota por bandera, sino vota por figuras. Hay figuras de peso en los cantones y estos van a recibir el apoyo del electorado. El tema de la corrupción es uno que está muy presente en la discusión municipal. Lamentablemente, hemos visto casos de casos en los últimos meses y años, corrupción de alcaldes. Como partido tenemos el desafío de presentar nóminas de candidatos en los diversos niveles, alcaldías, regidores y síndicos, que logren generar confianza en los electores de que la cosa municipal va a ser manejada de la manera más transparente.
¿Se considera la posibilidad de establecer coaliciones para los comicios del 2024 con otras agrupaciones políticas?
-Bueno. Eso es algo que hay que hacer como parte de este análisis y mapeo de los 84 cantones. Ciertamente hay cantones en donde la Unidad Social Cristiana no tiene posibilidades de puestos de poder por cuenta propia y en donde necesitamos plantearnos esas coaliciones.
¿Cómo valora los primeros tres meses del Gobierno de Rodrigo Chaves?
-La popularidad del presidente es un indicador de que los costarricenses están satisfechos. Había que ver y me gustaría ver ese análisis de qué es lo que los tiene más satisfechos, si la forma o el fondo. Parece que hay cuestiones de forma que agradan al costarricense. Un presidente que proyecta autoridad, aunque muchas otras veces hay que saber distinguir entre la gordura y la hinchazón. Una cosa es autoridad y otra cosa es matonismo y yo creo que el presidente incurre en matonismo y eso no es muy conveniente para el discurso civil que debemos tener en una democracia tan madura como la nuestra.