El Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) tiene en mente su objetivo de devolver la credibilidad al régimen municipal en momentos cuando gobiernos locales atraviesan una crisis de mala imagen.
La institución es consciente de las necesidades y apoyos técnicos que requieren dichos ayuntamientos con el fin de generar desarrollo a las comunidades.
Jorge Ocampo Sánchez, presidente ejecutivo del IFAM, conversó en entrevista con Iary Gómez Quesada, gerente general de los medios de Grupo Extra, y Sandra Cordero Gutiérrez, directora de DIARIO EXTRA. A continuación, un extracto de la entrevista.
¿Qué se necesita para sanear el régimen municipal?
– Lo que tenemos que hacer es devolver la credibilidad al régimen municipal. La forma de hacerlo es demostrando que somos eficientes y eficaces, que nosotros realmente podemos cumplir, tanto el IFAM como las diferentes municipalidades con las expectativas y con las funciones para las cuales estamos llamados. Las municipalidades deben volver a ser gobiernos locales que den soluciones a las necesidades de los cantones y para eso el IFAM tiene que ser necesario, el IFAM tiene que ayudar a cumplir esas funciones, entonces ahí creo que esa es la forma de lograr que se vuelva a creer en el régimen municipal y tener confianza, que haya una sinergia, entre la empresa privada, las municipalidades y la comunidad en general, que permita el desarrollo.
La gente siente que el IFAM perdió fuerza porque no acompaña como músculo a las municipalidades. ¿Cuál es la función de la institución?
– Lo primero que hay que ver es que eso demuestra que al principio el IFAM tuvo un papel realmente importante a nivel nacional porque logró fortalecer a las municipalidades. Pero hay que ver que las municipalidades tienen una realidad totalmente distinta de una a la otra. Tenemos municipalidades muy grandes que tienen presupuestos mucho más altos, incluso que el IFAM, aunque hay otras muy pequeñas que no sobrevivirían a una institución como el IFAM porque no tienen la capacidad de fortalecer sus propios departamentos, ni capacidad de crear sus propios procesos.
¿Qué se encontró en el IFAM?
– Me encontré una sorpresa grata al inicio, en el sentido de que no estaba tan mal como lo pensé. Lo digo sinceramente. Había tenido una experiencia no muy buena con el IFAM en el momento en que fui alcalde y en ese momento no hubo una buena coordinación con el IFAM. Entonces no había tenido una buena experiencia, sin embargo, vi que había actualizado y modernizado muchos de sus procesos que están en reordenamiento administrativo tratando de establecer procesos claros y adecuados para tocar uno de esos procedimientos, pero creo que todavía hay que enfocar baterías en algunos puntos para realmente convertir al IFAM en una institución que cumpla con los fines para los cuales fue diseñada.
¿Cómo se financia el IFAM?
– En el IFAM todos son recursos propios. Eso es importantísimo, que el Gobierno no nos da ningún céntimo. El IFAM se financia con el impuesto a las bebidas alcohólicas. Nosotros cobramos impuesto a las cervezas extrajeras y a los licores nacionales y extranjeros se cobra un 10%, y a las cervezas nacionales, por una interpretación, creo yo que habría que revisar, no se le cobra el 10%, sino por contenido alcohólico. Ese contenido alcohólico se calcula cada cierto tiempo, únicamente para las cervezas nacionales. Después están exentos los vinos por algo que tuvo sentido en algún momento, cuando se inició la actividad vinícola en Costa Rica, se dijo que los vinos no pagaban ese impuesto para promocionarlos, resulta que cuando vienen las empresas importadoras de vino, sobre todo el primer TLC con Chile, que es el que abre los mercados de vino, ellos solicitan que se les aplique la norma de trato nacional, o sea, que se les aplique a ellos lo mismo que se le aplica al sector nacional. Eso debemos revisarlo.
¿De cuánto es el presupuesto anual de la institución?
– Nosotros tenemos un presupuesto de alrededor de ¢19.000 millones de impuesto ordinario y casi ¢3.500 millones de presupuesto extraordinario. Toda la recaudación es absolutamente de impuestos de las bebidas. Lo único que no es de eso es que nosotros alquilamos dos pisos de la institución al Fonafifo (Fondo de Financiamiento Forestal) y nos paga ¢250 millones anuales. Pero, fuera de eso, todo lo demás del presupuesto es de ingresos de bebidas alcohólicas. Además, tenemos el pago de la cartera crediticia porque nosotros tenemos préstamos y entonces nos pagan los créditos.
¿Cómo está compuesta la distribución?
– Del 100% que nosotros recolectamos de la parte de licores, solo un 37,5% es de nosotros. El 25% se lo damos a las diferentes municipalidades por un rango de tres factores: población, extensión y desarrollo inverso. Pero bueno, más o menos de ahí se hace el índice por el cual nosotros le giramos. Le damos un 12,5% al Icoder (Instituto Costarricense del Deporte), en realidad, prácticamente nosotros los financiamos. Le damos un 10% a la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL), le damos un 10% al Centro de Estudios Municipales de la UNED, le damos un 2,5% a la ANAI (Asociación Nacional de Alcaldías e Intendencias) y después un 2,5% a la Red Costarricense de Mujeres Municipalistas (Recomm) y la Recomm funciona como una parte de la UNGL.
¿Cómo está la distribución del impuesto sobre la cerveza?
– Es un 75% para nosotros y un 25% para el Icoder.
¿Por qué le dan más plata a la UNGL que a la ANAI?
– No tengo idea. Eso es una muy buena pregunta. Sabemos que está por ley, porque nosotros no lo determinamos. Tenemos un problema y es que nosotros no tenemos claro, porque la ley nos obliga a darles los recursos, pero no nos faculta pedirles cuentas.
¿A quiénes le piden presupuesto extraordinario?
– Lo aprobamos nosotros y le solicitamos la autorización a la Contraloría General de la República (CGR).
¿Les aplica regla fiscal?
– La regla fiscal se les aplica a todas las instituciones públicas, independientemente de que sean recursos propios o no. Ese es un problema que hay, no solo para nosotros, sino porque nosotros somos recaudadores para un montón de instituciones más. Estamos sujetos a la regla fiscal, pero no solo nos afecta a nosotros, sino a esas instituciones a las que nosotros les pasamos dinero, porque no se les puede trasladar todos los fondos a ellos.
¿Qué tipo de servicios ofrece el IFAM a las municipalidades?
– En la asistencia técnica, las municipalidades dependen muchísimo de nosotros. La especialidad técnica puede ser en dos vías: si la municipalidad es avanzada, entonces le damos una asistencia técnica que les cobramos a un precio muchísimo menor. Por ejemplo, le hicimos los nuevos planos de la Municipalidad de Desamparados, nosotros se los hacemos y les cobramos a un precio muy bajo, o si es una municipalidad pequeña o mediana simplemente no les cobramos la asistencia técnica. Ahí tenemos expertos en agua, en sanidad ambiental porque esas municipalidades no tienen los recursos para ello.
¿Cómo se da el financiamiento en los gobiernos locales?
– El financiamiento para las municipalidades grandes no es tan importante porque ellos las pueden conseguir y son fuertes, pero para las municipalidades tan pequeñas no es tan fácil conseguir financiamiento. Nosotros entonces les damos financiamiento a una tasa muy baja. En este momento, al día de hoy, nosotros somos los que más créditos damos al sector municipal. Nosotros logramos bajar los créditos a la tasa básica pasiva más 2,3%. Además, logramos ampliar los plazos del crédito de 20 a 25 años. Logramos ampliar los plazos de periodo de gracia de 18 a 36 meses y bajamos en un 83% lo que son los gastos de formalización. Pero cuando son proyectos verdes o de impacto social podemos cobrar apenas un 0,25% de gastos de formalización.
¿Qué procedimiento debe seguir la municipalidad ante la institución?
– Es un proceso que en principio es muy sencillo, pero depende de lo que es el proyecto. Puede ser de dos formas, puede ser que usted tenga una idea y si ustedes tienen la idea nos piden ayuda para desarrollarla y ahí es donde empieza la asesoría técnica que nosotros damos, entonces nosotros podemos empezar a estructurar el proyecto, pero si ya tienen el proyecto específico, entonces simplemente llegan, nos dicen que tienen equis proyecto. Se le hace el estudio de cuánto es lo que ellos podrían pagar si eventualmente pueden hacer mente como cualquier institución. Una ventaja que tienen es que nosotros no nos fijamos en las condiciones financieras de la municipalidad como tal, sino que el proyecto sea viable. Entonces es mucho más sencillo que nosotros les aprobemos un crédito a una municipalidad con respecto a la banca estatal.
¿Cuáles serían esos inconvenientes?
– A veces, algunas municipalidades no son buenas ejecutando sus acciones en dos sentidos. Primero se les pide que nos den un requisito y duran toda la vida en presentarlo. Ahora estamos tratando de ayudarles desde la Presidencia Ejecutiva que cuando se pega yo busco quién puede ayudarles para solucionarles, porque la idea es ayudarles. El otro problema que tienen, y ese es más difícil, es que no ejecutan bien la plata que nos piden. Entonces pueden pedirnos, por ejemplo, ¢100 millones para construir calles, y duran un montón ejecutándolo, pero eso está más difícil. Igual es importante acotar que nosotros no les depositamos a ellos hasta finalizar, es contra factura, no es que les damos la plata de inmediato.
¿Qué pasa si una municipalidad está cuestionada por casos de corrupción?
– Eso es un aspecto en el que tenemos que tener mucho cuidado, porque es la autonomía municipal. Nosotros no somos jefes, sino consejeros, promotores y gente que los ayuda a desarrollar, pero no podemos ordenarles. Este es un asunto que debemos manejar y que el IFAM debe tener cuidado. Con estas municipalidades hacemos un estudio más detallado y seguimos un proceso de fiscalización más fuerte en algunos casos. Hemos atrasado créditos hasta que no estemos totalmente satisfechos con las explicaciones que nos están dando.
En la parte personal, ¿quién es el nuevo presidente del IFAM?
– En la vida pública empecé siendo asistente de la diputada Flory Soto. Después fui asistente del diputado Alexander Salas. Fui regidor municipal en la Municipalidad de Alajuela, jefe de fracción y vocero durante los cuatro años. Fui alcalde de Alajuela. Bueno, fui primero ejecutivo municipal para terminar el periodo del 1994-1998. Después pasé a trabajar en la empresa privada, hace un tiempo duré asesorando un municipio en México, fui gerente general de una empresa que se llama Tico Fruit Services, que es de la familia, y después estuve en el bufete Chacón y Chaves con mi mamá, en Alajuela.
EXTRADIRECTO
•IFAM: Oportunidad de desarrollo.
•Regla fiscal: Realidad.
•Procesos de licitación: Cuidado.
•Sicop: Herramienta.
•Impuesto de bebidas alcohólicas: Financiamiento.
•Presupuestos: Garantía de buen desempeño.
•Cartera de préstamo: Oportunidades para las municipalidades.
•Municipalidades: Primer renglón de solución a problema.
•Asistencia técnica: Apoyo efectivo.
•Proyectos verdes: Realidad del futuro.
•Régimen municipal: Gobierno local.