La fallida concesión de la carretera a San Ramón, uniones civiles entre personas del mismo sexo, fertilización in vitro (FIV), la recientes solicitudes para investigar el asesinato del ambientalista Jairo Mora, esos temas y más son el caballo de batalla político de algunas bancadas en el Parlamento.
Cada fracción se relaciona de manera estrecha con una “lucha social”, a modo de ejemplo, en el tema contra la concesión a San Ramón, la diputada del Movimiento Libertario (ML) Mireya Zamora se acercó a una de las reuniones del Foro Nacional.
Las uniones gais es la cara visible de Carmen Muñoz del Partido Acción Ciudadana (PAC) mientras que José María Villalta del Frente Amplio (FA) ha puesto el pecho por el tema de Jairo Mora, ambientalista asesinado, lo anterior solo para citar algunos ejemplos.
Según la politóloga e investigadora de la Universidad de Costa Rica, Daniela Chacón, estos vínculos tan estrechos con las causas sociales es una forma de posicionarse entre el electorado, “la población debe tener cuidado, ya que en la política todo podría manipularse y en ocasiones se envían mensajes contradictorios”, aseveró la investigadora.
“Lo hacen para hacer visible a su organización política”, aseguró Chacón quien además recordó que en muchas ocasiones las organizaciones políticas están pendientes de la agenda de los medios para tomar ventaja de alguna forma.
La politóloga argumentó que esta situación se debe a que los partidos viven una crisis a lo interno donde no se consolida un programa serio, “es necesario que las personas se acercan y formen parte de la organización, así se descubre si es discurso o no”, aseveró.
Mercado electoral
El hecho de los partidos políticos usen como escudo algunos temas responde al mercado electoral, “hay una conexión entre el discurso y su accionar legislativo, eso es común en la política de todo el mundo”, aclaró otro de las analistas consultados, Jaime Ordóñez.
“El acercamiento a esos temas también responde a la próxima campaña política”, según lo afirmó el experto.
Pero para Ordóñez lo más delicado del asunto es que los últimos años la Asamblea Legislativa dejó de lado temas fundamentales para el país, como la reforma fiscal, control y supervisión del gasto público, entre otros. “Hay que revisar el por qué no se debaten temas trascendentes para el país”, afirmó Ordóñez, quien aclaró que eso no significa que los derechos humanos sea una discusión de segunda categoría.
Por el momento y debido al ambiente preelectoral que se respira, se prevee que la discusión legislativa esté acompañada de una fuerte dosis de populismo con el fin de atraer adeptos sus filas partidarias.