La vida en Costa Rica sí se puede ver afectada dependiendo de quién gane las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, de acuerdo con el especialista en relaciones internacionales Carlos Murillo.
Según analiza, un primer punto en que el territorio nacional sentiría las consecuencias es por las diferencias en las políticas migratorias planteadas por el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris.
En el caso de Trump prometió deportar a 10 millones de inmigrantes, muchos de ellos centroamericanos.
“Aquellos que por ejemplo han salido de Honduras o Guatemala por razones de seguridad no van a pretender regresar a esos países y estarían buscando nuevas opciones, que serían Costa Rica o Panamá”, aseguró.
Murillo aclaró que aunque se trate de una promesa de campaña posiblemente no podría cumplirla, sobre todo por el elevado costo económico de una deportación masiva.
Ante ello afirma que lo que queda es cerrar las fronteras, con lo que igual la región centroamericana resultaría afectada.
ARANCELES A CHINA
De igual forma, en caso de que Trump regrese a la Casa Blanca, muchos de los productos que se consumen en Costa Rica podrían encarecerse, lo que también impactaría las exportaciones nacionales.
Esto debido a los aranceles de hasta un 100% que el republicano prometió aplicar a los artículos producidos en China, con el objetivo de impulsar que empresas estadounidenses retornen sus operaciones a suelo norteamericano.
“Si se generara una guerra comercial de aranceles entre China y los Estados Unidos nos veríamos afectados porque cuando dos gigantes, dos locomotoras poderosas se mueven, el resto del mundo lo siente”, afirmó.
Sin embargo, menciona también que en cierta forma la inversión en Costa Rica se beneficiaría si se suben los impuestos de entrada a las empresas chinas, ya que estas podrían instalarse en suelo nacional y aprovechar el tratado de libre comercio con los Estados Unidos.
¿QUÉ SE MANTENDRÍA?
De acuerdo con el experto, las empresas norteamericanas en Costa Rica no sentirían el cambio, ya que la mano de obra costarricense se diferencia de la del resto de la región por su nivel de especialización.
“Va a afectar a aquellos países donde la inversión extranjera directa estadounidense es fácil de movilizar, pero no ocurre eso con la inversión en alta tecnología, donde no es tanto la infraestructura de la empresa, sino la capacidad humana para generar productos”, indicó.
Asimismo, Murillo dijo que el reciente acuerdo entre San José y Washington para la instalación de un centro de desarrollo de microchips está amparado en una ley aprobada por el Congreso estadounidense, por eso no importa quién gane, eso se mantendría.
Finalmente, el especialista señala que la diplomacia entre ambos países es difícil que varíe, sin importar si los demócratas continúan en el poder o si regresa Trump. “Los Estados Unidos tiene con Latinoamérica algo que se denomina ‘la diplomacia del bombero’, solo cuando ve un incendio mandan a su gente a apagarlo”, finalizó.