La tasa de interés para créditos en colones llegó a niveles de 2017. Hoy se ubica en un 4,58%, cuando para enero estaba en 2,90%, y si a esto se suma que el Banco Central decidió aplicar un nuevo incremento en la tasa de política monetaria, eso implica que las cuotas tenderán más al alza en próximos meses.
El economista Gerardo Corrales explicó que el efecto sería sobre poco más de 1 millón de familias endeudadas en el sistema financiero y más de 30.000 empresas que también tienen créditos.
“Creo que vamos hacia una situación muy fuerte si vemos este ajuste y lo sumamos al alza en la inflación, la devaluación y los recortes al crecimiento que recientemente anunció el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como la caída en la producción de los Estados Unidos”, comentó.
Para Corrales, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) y la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) deben volver a establecer una flexibilidad regulatoria para aplicar nuevamente readecuaciones y dar un poco de oxígeno a los deudores.
El economista insistió en repensar la decisión de enterrar el fondo de avales, pues representarían $270 millones que irían en beneficio de 20.000 deudores, de los cuales 18.000 son pequeñas y medianas empresas (pymes).
“No es de recibo que se diga que los bancos no lo ocupan. Las empresas de 100 empleados o más necesitan ayuda y no hay suficientes avales en Banca para el Desarrollo”, acotó.
EL GARROTAZO
Así se refirió el economista Luis Paulino Vargas a la acción del Banco Central de incrementar la tasa de política monetaria de un 5,5% a un 7,5%.
“Es un verdadero garrotazo, puesto que es muy posible que nunca antes se haya visto que de un solo sopetón se dé un salto de 2 puntos porcentuales”, manifestó.
Afirmó que, aunque con alguna demora, esto inevitablemente va a repercutir en las tasas de interés que se cobran sobre los créditos, tanto los nuevos como los ya existentes, en la medida que estén sujetos a tasas variables.
Este es el caso de la mayoría de los créditos y en especial de créditos de vivienda, los cuales generalmente están vinculados a la tasa básica pasiva, la cual es una tasa variable.
“De hecho, hoy mismo esta última tasa pasó del 4,32% al 4,58%. Quiero reiterar aquí lo que dejé planteado en otra publicación de hace unos días: esto nos empuja, cada vez más cerca, a una crisis del endeudamiento de hogares y personas, con tristes consecuencias sociales y humanas”, sentenció.
Coincidió con Corrales en que las condiciones son propicias porque el alza tan abrupta en las tasas de interés se combina con una catastrófica situación del empleo y salarios cuyo poder adquisitivo real va en caída libre.
“Hasta el momento las autoridades del actual gobierno ni siquiera mencionan el asunto. Se desconoce que exista alguna propuesta para enfrentar esta penosa situación, lo cual hace aún más preocupante la situación”, añadió.
LA JUSTIFICACIÓN
El Banco Central insiste en hacer ajustes bajo el argumento de que la inflación se ha situado en valores superiores a las metas definidas por la mayoría de los bancos centrales del mundo.
Los modelos del ente emisor proyectan que la inflación general y la subyacente retornarían al rango de tolerancia alrededor de la meta de inflación en 2024.
“Costa Rica, como economía pequeña e integrada al mundo comercial y financieramente, no es ajena a esta realidad. Desde febrero pasado la inflación se ubica por encima del límite superior del rango de tolerancia alrededor de la meta de largo plazo (3% ± 1 punto porcentual).
En particular, en junio último la inflación general alcanzó un 10,1% en términos interanuales, mientras que el promedio de indicadores de inflación subyacente fue del 6,4%; ambos valores corresponden a los más altos en los últimos 13 años”, informó el Banco Central.
Agregó que la encuesta dirigida a analistas financieros, consultores en economía y empresarios, realizada en junio, denota el comportamiento creciente de las expectativas de inflación; la mediana registró valores del 6,6% y el 5,0%, en ese orden, a 12 y 24 meses.
Del acuerdo de la junta directiva se extrae que las presiones inflacionarias observadas globalmente desde 2021 se intensificaron en lo que transcurre de 2022, en buena medida como consecuencia del choque sobre los precios de las materias primas causado por el conflicto armado entre Rusia y Ucrania.
Ambos países tienen una participación relevante en las exportaciones mundiales de combustibles, granos básicos y metales.