Acudo, por su contundencia, a este título del famoso discurso de ese indiscutible líder defensor de los derechos humanos, la democracia y la libertad y, así rememoro al gran Pastor Martin Luther King. Sí, tengo un sueño y tiene que ver con el resultado de las elecciones nacionales pasadas. Con ilusión, me abriga la esperanza de que, ahora sí, se dan las condiciones para procurar un cambio e ir liberándonos de todos los factores que corroen la paz social de Costa Rica e iniciar nuestra recuperación. Mi sueño consiste en la atención de una agenda prioritaria para ser ejecutada por autoridades de gobierno y legisladores, de mutuo acuerdo.
Cuatro años pasan rápido y, no todo se puede lograr en tan poco tiempo, así que no se derroche en temas que, ya antes, fueron sometidos a escrutinio popular y, me temo que no lograron total aceptación; me refiero al ROP, la jornada 4/3, la norma técnica, tren eléctrico, educación dual… por mencionar algunos de los que no veo su urgencia, por ahora. Mi aporte, con modestia, supone que debe atenderse, en su orden: Reactivación de la economía, combate al desempleo y la pobreza, la inseguridad ciudadana, la recomposición de la educación y la infraestructura en general como prioridades inmediatas.
A lo que conviene, en simultáneo, agregar otro tema que, tal parece ya se habla en corrillos legislativos; la Reforma del Estado, entendiendo que lo fundamental será la reducción del aparato estatal, dado que ya no se puede sufragar instituciones deficitarias e innecesarias, duplicación de funciones. Necesario en algunos casos la refundición y, avanzar así en bajar el oneroso gasto público. Sobre esto he escrito, años antes, varios artículos, de los cuales extracto párrafos de su publicación.
\”El tamaño del aparato del estado y, en la misma línea de pensamiento, personalmente hubiese esperado una reducción pero, tal parece que observamos lo contrario. Han aparecido puestos nuevos e innecesarios, pienso yo. Para poner un ejemplo; el comisionado para atender los asuntos de la comunidad LGBTI, sí, una minoría, como los indígenas, los afrodescendientes, los discapacitados, los pobres y… tantos otros que no tenemos ese privilegio de contar con alguien que vele por nuestros intereses, con un despacho en la misma Casa Presidencial, puedo suponer con personal asistente y todos los recursos materiales que pagamos todos”. (Artículo: “Sigo confundido”, agosto 2018).
“Algunos ejemplos respaldan lo dicho; Japdeva, CNP, por mencionar dos registran pérdidas; sería más barato no tenerlas. De niño, en los barrios del Sur, nuestros mayores decían que ‘en el Invu daban casas’ con un dejo de vana ilusión. Resulta que hoy hay un Ministerio de Vivienda, un Banco de Vivienda, un bono de vivienda y una cantidad de oenegés suficiente, el tema de urbanismo lo podrían asumir las municipalidades y, el Invu quedaría sin sentido. El Pani y el Inamu, con rango de ministerio, en el marco de la crisis se han disparado los abusos a niños, los secuestros, violaciones y feminicidios y; estas instituciones no se ven cuando deberían estar en primera línea. La defensoría, la DIS, el oneroso despacho de la primera dama, el comisionado LGBTIQ en qué benefician al pueblo. En el 2019, mayo o junio, después del fallido intento de dañar nuestros modestos carritos, echándoles etanol, oí decir a Carlos Alvarado, ponderando al Presidente Ejecutivo de Recope: ‘…Logró mantener el abastecimiento de gasolina, combustible y otros por 90 días con más del 80% del personal en huelga’, lo que entiendo es que esa Institución puede reducir su planilla a un 20% Es obvio que habrá gente cesante, se puede convenir sus prestaciones en tractos mensuales por un año e, incentivarlos a emprender sus propios proyectos personales, así se reactiva y, en unos dos años tendríamos una gran economía”. (Artículo: “¡Sí hay alternativa!”, octubre 2020).
“¿Por qué querríamos un tren que se desplace cada cinco minutos en horas pico y cada quince en otras, provocando muchas más presas en los cruces de tránsito vial? Si la apuesta de esta Administración fue, precisamente, enfatizar los proyectos de obras viales para despejar el flujo vehicular y, adicionalmente se tiene el plan de sectorización del transporte público, hasta el cobro electrónico a los pasajeros. Todo lo cual supone una agilización suficiente del proceso, resolviendo buena parte de la problemática”. (Artículo: “¿Por qué querríamos un tren?”, julio 2021).
He subrayado algunas partes de los párrafos transcritos y que; no están así en el original. La razón es que me llena de optimismo saber que el nuevo Gobierno ha acogido ideas que antes yo había expresado. Me explico: el mismísimo Presidente de la República, recientemente, advirtió que gobierna para todos y no nombraría un Delegado LGBTIQ, pues, tendría que hacerlo para indígenas, afrodescendientes, discapacitados… agrego yo, y otras minorías de mayor relevancia. Además, el Sr. Presidente, al nombrar a la Ministra de la Vivienda, le recargó, la Presidencia del INVU y, dijo que lo hacía para ver “qué pasa” y, ahora leí que se estaba preparando un proyecto para refundir esas instituciones. Finalmente, el “empunchado” Ministro de Obras Públicas y Transportes, compara al tren eléctrico como un tranvía que, circularía a 20 kilómetros por hora y, provocaría mayores presas en los cruces viales. Optimismo que me impulsa a pedir la unión del pueblo en el afán de sacar a Costa Rica adelante.