Kabul, Afganistán | AFP | El gobierno talibán de Afganistán ordenó a las organizaciones no gubernamentales (ONG) dejar de emplear a mujeres porque no estaban respetando el debido código de vestimenta.
Por ese mismo argumento, hace días se excluyó a las mujeres de las universidades.
En noviembre, los talibanes también les prohibieron entrar en parques, jardines, gimnasios y baños públicos.
\\\”El hiyab es obligatorio en el islam\\\”, dijo el ministro de Educación superior, Neda Mohammad Nadeem
Según él, las niñas que estudiaban en una provincia lejana de su domicilio \\\”no viajaban tampoco con un \\\’mahram\\\’ (acompañante masculino adulto) Ha habido graves quejas sobre el incumplimiento del uso del hiyab y otras normas y reglamentos relacionados con el trabajo de las mujeres en organizaciones nacionales e internacionales\\\”, explicó
En caso de incumplimiento de la directiva (…) se cancelará la licencia de la organización que fue expedida por este ministerio\\\”, detalla la notificación.
Dos onegés internacionales con las que habló AFP confirmaron que habían recibido la notificación
\\\” Pronto tendremos una reunión de las directivas de todas las ONG para decidir cómo manejar este tema” declaró, bajo anonimato, un alto funcionario de una organización internacional, que lleva a cabo acciones humanitarias en varias zonas remotas del país
El coordinador humanitario de la ONU para Afganistán, Ramiz Alakbarov, denunció en un tuit una \\\”violación manifiesta de los principios humanitarios\\\”.
Esta decisión es \\\”un nuevo y deplorable intento de borrar a las mujeres de los espacios políticos, sociales y económicos\\\”, denunció Amnistía Internacional.
PROTESTAS
El sábado anterior, unos 400 estudiantes de Kandahar, cuna del movimiento islamista fundamentalista, boicotearon un examen en solidaridad con las alumnas y realizaron una manifestación, dispersada por las fuerzas talibanas, que dispararon al aire, relató a AFP un profesor de la Universidad Mirwais Neeka. Las manifestaciones masculinas son extremadamente inusuales en Afganistán.
Este nuevo ataque contra los derechos de las mujeres conmociona a muchas jóvenes afganas que ya habían sido excluidas de las escuelas secundarias y ha provocado la condena internacional.
A pesar de sus promesas de ser más flexibles, los talibanes han vuelto a su rigurosa interpretación del islam, que marcó su primera etapa en el poder, entre 1996 y 2001.
Desde su regreso al poder en agosto de 2021, se han multiplicado las medidas en contra de las libertades, principalmente de las mujeres, quienes han sido excluidas progresivamente de la vida pública y de los centros educativos.
El 23 de marzo, los talibanes cerraron inesperadamente las escuelas secundarias apenas unas horas después de su esperada reapertura.
Varios miembros del poder dijeron que no había suficientes maestros ni dinero, pero también que las escuelas reabrirían una vez que se elaborara un programa de estudios islámicos.