Los Ángeles. (AFP)- Los Brooklyn Nets de Kevin Durant y Kyrie Irving, diseñados con el único objetivo de pelear por el anillo, fueron incapaces de ganar un solo partido en los playoffs de la NBA, en un duro epílogo a una temporada turbulenta dentro y fuera de la cancha.
Lesiones, traspasos fallidos, una cuestionable confección y dirección de la plantilla y la negativa de Kyrie Irving a vacunarse contra el coronavirus acabaron empujando a los Nets hasta la humillante barrida 4-0 que le aplicaron los Boston Celtics en la primera ronda.
La eliminatoria no solo evidenció las diferencias entre un equipo de juego coral, los Celtics, y otro con una dependencia extrema de sus superestrellas. También pudo ser escenario de la entrega del testigo de Durant a su probable heredero, Jayson Tatum, 10 años menor y gran dominador de la serie.