Como una premonición de lo que ocurriría, 40 días antes de que el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero Nacional (Conassif) iniciara el proceso de intervención de Coopeservidores, R.L., la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) advirtió a las cooperativas la prohibición de que los socios pagaran su capital social con tarjetas de crédito de las que otorga la institución.
Así lo hizo en la circular 0929 del 23 de marzo de 2024, firmada por la superintendente Rocío Aguilar. Estas circulares son de acatamiento obligatorio. La práctica identificada por la Superintendencia consistía en que los aportes obligatorios que los socios de esa entidad se pagaban con un crédito o una tarjeta de crédito. Esto provocaría tener datos falsos sobre el capital social de la cooperativa.
En otras palabras: supongamos que una cooperativa está constituida por 10 personas, cada una tiene que pagar cada mes ¢10.000. A su vez, tiene un patrimonio social corporativo (o sea, el fondo de la reserva para enfrentar eventuales problemas financieros) de ¢5 millones.
En una situación normal, al cabo de un año, si todas las aportaciones de los 10 socios se hacen en efectivo y van para ese patrimonio, este llegaría a ¢6,2 millones.
Sin embargo, la Sugef encontró que una o varias cooperativas lo que realizaban era una práctica de darles una tarjeta de crédito a sus socios y a los nuevos, con la cual pagaban sus aportaciones. De esa manera parecía que había incrementado el patrimonio, pero en realidad era el mismo dinero que ya tenía la institución.
PROBLEMAS DE LA PRÁCTICA
“El referido aporte pasa a formar parte del patrimonio social institucional de la cooperativa que, a diferencia de las aportaciones al capital social, no está representado por certificados de aportación, no está individualizado y no forma parte de la información que se incluye en los estados de cuenta al asociado.
Lo anterior se ha justificado en que su propósito es conformar una partida patrimonial no redimible que, como tal, contribuya integralmente a la fortaleza patrimonial de la cooperativa”, se lee en la circular 0929 de la Sugef.
Lo que preocupa al regulador es que en esa práctica el aporte no encuentra su origen en una fuente externa a la cooperativa, al no estar mediando el pago efectivo por parte del asociado.
Por su parte, el economista y experto en finanzas Gerardo Corrales le encuentra un problema adicional.
“Lo que hacen esas instituciones, según el regulador, es estar dando a estas personas créditos personales con tarjeta de crédito, pagando altísimas tasas de interés para capitalizar (aumentar el patrimonio de la cooperativa), o sea, esos dineros más bien hunden a la cooperativa porque al final se van a convertir en incobrables.
No es plata fresca, que está llegando de otros lados para aumentar el capital, son créditos que la misma cooperativa le está dando a la gente, lo cual es muy riesgoso porque las personas no van a poder pagar esos intereses y ese aporte, entonces al final es simulado”, explicó.
Por esta razón la Sugef considera que en el caso de los aportes no redimibles cuyo contenido económico proviene de la misma cooperativa y no de recursos frescos de los asociados nos encontramos ante una conducta que le resta integridad al patrimonio social.
Estas razones llevaron a la Superintendencia a prohibir esa práctica, obligar a las cooperativas que los aportes al patrimonio social que hacen los socios deben ser en efectivo y además que las instituciones tienen que recalificar su patrimonio social con las nuevas reglas que se establecieron a partir de esta prohibición.
¿PASÓ ESTO EN COOPESERVIDORES?
En el comunicado de apertura de la intervención el Conassif aseguró que en las supervisiones de Coopeservidores halló falta de precisión, consistencia e integridad en su información financiera, así como una deficiente administración, lo cual pone en riesgo su seguridad y solvencia.
También aseguró que “la información reportada por la administración de la entidad sobre las operaciones de crédito mostró deficiencias graves en su precisión, consistencia e integridad, lo cual impidió reflejar de forma veraz la situación de la calidad de crédito de la cartera”.
DIARIO EXTRA consultó a la Sugef si entre las supervisiones a Coopeservidores se encontraron prácticas descritas en la circular antes mencionada, no obstante, al cierre de edición no obtuvimos respuesta.