Laura López, directora de Procomer, habló sobre diversidad de mercados
Para la directora ejecutiva de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) Laura López, el éxito del país se centra en su política de diversificar sus exportaciones tanto en el destino de estas como de los productos que se colocan en mercados internacionales.
En el caso de la inversión extranjera directa (IED), la Costa Rica de hoy no depende de una sola empresa que pueda provocar una crisis económica en el caso de que reduzca su inversión.
López también manifestó que el país enfrenta retos debido a los cambios geopolíticos que se vienen presentando. La directora ejecutiva informó además que se espera que las exportaciones de Costa Rica crezcan para 2024 entre un 8% y un 10%.
Ese dato inclusive es superior a lo esperado por la misma Promotora para este año que era de 5%. Sobre este y otros temas la jerarca de Procomer conversó con un equipo de Diario Extra encabezado por el jefe de redacción Marco González y el periodista Emmanuel Miranda.
¿Cuál es el comportamiento de las exportaciones del país?
– Para este mes de octubre, las exportaciones crecieron un 8%. Pero lo más interesante es cómo se distribuyeron. Siempre dispositivos médicos siguen siendo los que más pesan con un 43%. Pero también tienen un peso importante agrícola, alimentario, metalmecánica, químico farmacéutico, entre otros.
En el sector agrícola, ¿cuáles son los productos?
– El sector agrícola representa el 18% del total de nuestras exportaciones. Siempre son la piña y el banano los que más fuertes se encuentran. Esos dos productos representan más de $1.000 millones (¢513.000 millones) en divisas para el país. El banano tuvo unos meses de decrecimiento, sin embargo, hemos observado cómo empezó a recuperar su ritmo exportador.
¿Cómo afecta la coyuntura internacional las proyecciones futuras?
– Yo veo el vaso medio lleno. Creemos que la coyuntura sigue dando la oportunidad al Nearshoring, lo que nos ha beneficiado grandemente. Somos uno de los tres países que más se han beneficiado de esta tendencia. Nosotros siempre estamos monitoreando, en el caso de las elecciones de los Estados Unidos, está por verse cuántas de las promesas de campaña se vuelven realidad o solo se quedan en promesas. Nosotros tenemos una ventaja, hemos sido un socio estratégico para los Estados Unidos. Además, por la cercanía geográfica, podemos ser importantes para el país del norte.
¿Puede ser la diversificación una medida mitigadora de lo que pasa en otros lados?
– Yo soy del criterio de que no hay que poner todos los huevos en una misma canasta, y no lo hemos hecho. Si se fijan en los mercados, el 48% de todo lo exportado se da en el mercado norteamericano, que incluye no solo a Estados Unidos, sino a México y Canadá. El resto se distribuye en todo el mundo.
Según el comportamiento que se ha presentado en los diferentes mercados, ¿cómo se ha visto la evolución en cada uno de ellos?
– Todos crecen. Tanto Norteamérica, Europa, Sudamérica, el único que cae es Asia. Esto se debe a una menor demanda de carne de cerdo en China y de jeringas en Japón. El caso del cerdo es producto del aumento de la producción local, que redujo las importaciones y, en las jeringas, parece que hay bastantes en stock y los consumidores de ese país no están demandando tanto.
¿Cómo se explica el factor del crecimiento de Sudamérica?
– Sudamérica crece bastante gracias a las exportaciones de jarabes de frutas desde la industria alimentaria. Mercados como Perú están demandando mucho este producto y eso lo ha impulsado. Estamos esperando que con la puesta en marcha del tratado con Ecuador esto se impulse aún más.
Volviendo al tema de los productos agrícolas, ¿por qué hay nuevos bienes como el melón que están siendo exitosos para ingresar al mercado internacional y otros, como el ñame o la yuca, van más lento?
– Eso tiene que ver con muchos factores. Bienes como frutas y verduras entran primero a los anaqueles como productos étnicos. Así empezó el melón, pero luego se convirtió en un producto exótico y hoy es del gusto de mercados como el europeo. En los otros casos ha sido más lento. También es importante que los clientes aprendan cómo cocinar un determinado producto para que luego pueda popularizarse.
En temas de mercados, ¿cuáles son los nuevos destinos por explorar?
– Medio Oriente, por ejemplo, es un mercado interesante con alto poder adquisitivo en el que apenas hemos venido entrando con un poquito de café, con un poquito de agua, con un poquito de piña, con un poquito de banano. Recientemente tuvimos una feria nosotros en Emiratos Árabes Unidos y nosotros llevamos una empresa de tecnología que cerró negocio allí.
¿Cómo se encuentra el mercado de exportación de servicios?
– Los servicios representan casi la mitad de las exportaciones del país (un 45%). Hemos ido mudándonos de un sector de call centers a exportar servicios profesionales de alta calidad. Nosotros lo que tenemos son procesos clave para empresas que necesitan deslocalizar servicios contables, financieros, de reclutamiento, etc. Esto significa que ya estamos en los procesos de alto valor de las compañías.
¿Cómo los afecta la no aprobación de las jornadas 4×3?
– Mucho. Es que muchas de las operaciones que se hacen en el país requieren procesos de calor en las máquinas porque, cuando las máquinas se apagan, el lote que estaba en producción se bota. Nadie va a arriesgarse en procesos de altísima manufactura a un error en un producto que va a ir dentro de una persona. ¿Quién querría una válvula de corazón con un defecto?