Los costarricenses solteros votan menos que aquellas personas que están casadas o comprometidas.
Así se desprende de un análisis elaborado el politólogo Ronald Alfaro Redondo, quien es investigador del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El dato fue recopilado a partir de los estudios del CIEP.
Según el especialista, las mujeres votan más que los hombres, la ciudadanía entre 40 y 65 acude más a las urnas que los jóvenes y quienes viven en pareja ejercen con mayor regularidad el sufragio respecto a las personas solteras.
Esa tendencia fue una constante en las últimas cinco elecciones presidenciales costarricenses entre 1994 y 2010.
Los datos recabados revelan además que las personas con mayor edad y casadas son quienes acuden más a las urnas, comportamiento que se atribuye a una madurez que les permite entender la importancia del sufragio.
“Es el ciclo de vida de las personas, conforme un individuo va envejeciendo adopta roles de adulto. La gente conforme envejece adquiere interés por la política y entiende que la política tiene implicaciones en su vida cotidiana, entonces actúa en consecuencia” acotó el académico.
Para la realización de esta investigación, Alfaro tomó en cuenta no solo el número de personas que votaron y no votaron a lo largo de 16 años, sino también consideró datos de contexto como ubicación geográfica, género, estado civil y edad de la población.
De acuerdo con el investigador, el principal interés de realizar esta investigación fue entender las razones por las que se ha reducido la asistencia a las urnas de elección presidencial nel país, tal como está ocurriendo en otras de las democracias más estables del mundo.
“En las democracias del mundo hemos visto en un largo periodo una reducción en la concurrencia a las urnas, así que uno tiene que buscar explicaciones de por qué esto ocurre y por qué ocurre en diferentes contextos, hay que analizar las fuerzas detrás de esos comportamientos” apuntó el politólogo.
MADRES
La investigación realizada por Alfaro también mostró que desde la mitad de la década de los noventa y de forma progresiva las mujeres han tomado un rol más activo en la política costarricense y que incluso hoy en día acuden más a las urnas que los hombres.
“El caso de Costa Rica es muy interesante, las mujeres aquí votan más que los hombres y eso tiene que ver con conquistas como el voto femenino y otras luchas sociales. Fue desde mitad de la década de los noventas que la mujer empezó a superar al hombre”, señaló el académico.
Sin embargo, la influencia de las mujeres va más allá de acudir a las urnas.
“Los progenitores tienen un rol muy importante en la socialización política de sus hijos e hijas, son un ejemplo determinante para el futuro comportamiento de sus descendientes, si ven que sus padres son poco participativos van a replicar ese ejemplo”, afirmó el investigador.
Uno de los hallazgos más llamativos para Alfaro fue encontrar que las mujeres son más influyentes que los hombres como agentes de socialización política para sus hijos e hijas, lo que a la larga ocasiona que las madres impacten el comportamiento en mayor medida que los padres.
“La madre tiene un rol muy biológico y natural con sus hijos y en la política ese efecto es determinante, esto quiere decir que las mujeres tienen un rol muy determinante en la política. Las madres son agentes socializadores dominantes respecto a los padres”, agregó el experto.
No obstante, el politólogo remarcó que la influencia de los progenitores es mayor cuando los votantes se encuentran en etapas tempranas de su participación electoral y disminuye conforme van apareciendo nuevas alternativas políticas y los votantes van creciendo.