Costa Rica no tiene muchas opciones para el manejo de residuos sólidos a largo plazo, ya que solo existen dos rellenos sanitarios cuya vida útil supera los 10 años. Tras el cierre del Parque Ambiental La Uruka, conocido como botadero de La Carpio, solo quedan seis lugares para depositar basura, cuatro de los cuales no rebasan los ocho años de funcionamiento adecuado. Cabe destacar que esta situación podría agravarse aún más, pues el hecho de que solo quede un sitio en la Gran Área Metropolitana (GAM) para llevar los desechos obliga a las municipalidades a redirigirlos a otros puntos, agotando la vida útil de los vertederos de forma más acelerada.
Por ejemplo, en febrero de 2024 las autoridades reportaron que el relleno El Huazo, ubicado en Aserrí, podía utilizarse cerca de 11 años más, sin embargo, los últimos análisis alertaron sobre un acortamiento del plazo a tres años y medio.
“Esto cambia de acuerdo con la cantidad de residuos. Haremos un corte en las próximas semanas. Tenemos que esperar a ver qué pasa con las redistribuciones de los contratos que se terminan”, explicó Mary Munive, ministra de Salud.
Actualmente 32 cantones llevan la basura a Aserrí, por lo cual la gran mayoría que producen los 2,6 millones de habitantes de la GAM iría a parar a la misma localidad. Esto también implica que se deban movilizar las 500 toneladas diarias de desechos por 20 kilómetros. “Vamos a ver a dónde van a derivarse todos estos residuos porque lugar no hay. Ya estamos encima de El Huazo porque está excediendo la capacidad que tiene y esto hace que tenga que derivar a otros lados y al derivar a otros lados se contamina”, externó la funcionaria a Diario Extra.
Choque por planteamiento de Salud
Como esta problemática se veía venir desde hace tiempo, ya se consideraba la apertura de un nuevo botadero en Turrúcares de Alajuela, pero por la negativa del gobierno local se buscó que fuera el Ministerio de Salud el encargado de regular los permisos de uso de suelo donde se abrieran rellenos sanitarios.
Asimismo, se presentó un reglamento que se encuentra en consulta pública y que, pese a la urgencia por la crisis ambiental que significa no tener dónde depositar los desperdicios, es criticado por las municipalidades al considerar que se plantea una intromisión por parte de Salud en su autonomía.
“La municipalidad tiene totalmente resuelto a través de un contrato con una empresa privada tanto la recolección como la disposición de los residuos sólidos en el cantón de Alajuela, pero igual lo hemos dicho en reiteradas ocasiones: queremos unirnos al resto de municipalidades y al Gobierno en la búsqueda de soluciones que se adapten a las nuevas tecnologías”, manifestó Roberto Thompson, alcalde de Alajuela.
¿Por qué rechazan la propuesta?
En una carta firmada por la Red Técnica Ambiental Municipal (RTAM), la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL), la Asociación Nacional de Alcaldías e Intendencias (ANAI) y la Federación Metropolitana de Municipalidades (Femetrom) se especifican una serie de inconvenientes con el reglamento que está en etapa de consulta pública.
Entre ellas, se alude que el Ministerio de Salud excede su rol de ente rector e intenta resolver aspectos que van más allá de su responsabilidad. Además, se menciona que en el tema de distancias para parques ambientales y estaciones de transferencia no se está considerando el trayecto real entre cantones.
“El cumplimiento de esta propuesta de reglamento, al igual que la gestión separada de desechos valorizables, requiere un mercado disponible para los materiales generados a partir de los residuos orgánicos, lo que depende tanto del Gobierno como del sector privado, plataforma comercial y operativa que no ha sido consolidada”, señala el texto.
De igual manera, se cuestiona el tiempo en que se deben abrir nuevos parques ambientales para el manejo de la basura. “Desde el municipalismo percibimos una imposición a la forma de planificar y gestionar los residuos sólidos. El plazo es muy corto para ejecutar las directrices implicadas”, dijo Andrés Zárate, director de Incidencia Política de la UNGL.
