Cerca de 70.000 trabajadores afiliados a asociaciones solidaristas sufrirían una pérdida en los excedentes de 2024 en alrededor de ¢15.000 millones debido a la situación que acarreó Coopeservidores R.L.
Esto se materializaría si el corte del banco para asumir la cartera fuera de un 25%. De ser así, las asociaciones solidaristas tendrían que tomar de los excedentes que reparten a sus asociados para asumir esa pérdida.
En un principio, el entonces interventor y hoy administrador de la resolución Marco Hernández indicó que probablemente dicho recorte sería del 20%, pero luego de una reunión la Federación Costarricense de Asociaciones Solidaristas (Fecaspri) teme que podría resultar peor.
PÉRDIDAS MILLONARIAS
Gonzalo Meza, abogado de Fecaspri, comentó que esperan que no pase de 25%. Sin embargo, ese 25% representaría ¢15.000 millones. “Eso va a implicar en algunos casos que las asociaciones porcentualmente tengan que provisionar una estimación que sería contra los excedentes del periodo 2024”, argumentó Meza.
El abogado incluso reconoció que en algunos casos esos excedentes no alcanzarían y por lo tanto las asociaciones tendrían que hacer uso de los ahorros de sus asociados.
Tras el inicio de la intervención de Cooperservidores, Fecaspri anunció que al menos 350 asociaciones solidaristas invirtieron cerca de ¢40.109 millones producto de ahorros de los trabajadores solidaristas.
UN ÚNICO COMPETIDOR POR LA CARTERA
Debido a que los dineros de la cooperativa, así como sus bienes y otros activos daban una suma inferior a las deudas que tiene la entidad, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) declaró la inviabilidad de dicha institución financiera.
Para evitar una quiebra y que los ahorrantes e inversionistas perdieran más dinero, se determinó iniciar un proceso de resolución mediante el cual se buscó que algún banco o entidad financiera asumiera la cartera crediticia.
Sin embargo, solo una institución financiera (el Banco Popular y de Desarrollo Comunal) mostró interés en asumir dicha cartera. Meza considera que esto podía ser esperable, debido a que el capital de este banco es mayor que los de otros y puede asumir los activos (bienes) y pasivos (deudas) de una mejor forma.
El ente bancario en cuestión asumiría lo que se considera como Banco Bueno, aquellos activos bastante atractivos, para la empresa. En contraposición el Banco Malo incluye los créditos de difícil cobro, con alta posibilidad de morosidad y algunos activos que se deprecian con facilidad, como vehículos y equipos de cómputo.
Los activos que se consideren de difícil recuperación pasarán a ser administrados por un fidecomiso de una institución financiera que deberá hacer todas las acciones posibles para recuperar y pagar a los inversionistas y asociados de la cooperativa, si el monto alcanza sus acreencias porcentualmente. Este fideicomiso operará en principio por un año y luego vendrá su traslado al proceso concursal, donde será el juez quien determinará si se mantiene o resuelve de otra forma.
REUNIÓN CON
EL RESOLUTOR
Fecaspri mantuvo una reunión virtual el viernes 5 de julio con el resolutor de Cooperservidores, Lic. Marco Hernández Ávila, la cual sirvió para aclarar dudas sobre los alcances del proceso de resolución.
Entre los puntos más importantes tratados en el encuentro, destaca el de la recuperación de la inversión por parte de las asociaciones, “la buena noticia es que, si el proceso resolutorio tiene un buen final, además de recibir un porcentaje del principal de la inversión realizada, se podrá recuperar los intereses por pagar, entonces se estaría recibiendo porcentualmente el principal más intereses”, compartió Meza.
El resolutor les indicó que la afectación al patrimonio de Coopeservidores fue muy grande, por lo que la posibilidad del recorte se hace mayor. También les comentó que su labor es técnica y que las decisiones no las toma directamente él, sino que las eleva a un órgano colegiado.