Los principios socialcristianos tienen un origen de profundos cambios sociales que han devenido en la calidad de vida de la que hoy disfrutamos los costarricenses. Dentro de la crisis que estamos enfrentando es justo recordar y reconocer algunas grandes obras con sello socialcristiano que hoy nos protegen y ayudan a superar los efectos de la pandemia.
El Dr. Calderón Guardia fue un adelantado a su tiempo, un visionario y estadista en todo el sentido de la palabra. En su administración, desarrolló la gran Reforma Social que es la base en que sustentamos la paz social de nuestro país. Y de esta Reforma, destacamos tres obras que hoy nos permiten enfrentar la crisis: la Universidad de Costa Rica, el Código de Trabajo y la Caja Costarricense de Seguro Social.
La Universidad de Costa Rica fue creada el 26 de agosto de 1940 mediante la Ley N° 362 abriendo sus puertas el 07 de marzo de 1941. En su discurso de toma de posesión, el Doctor manifestó su intención y compromiso por dotar a nuestro país de un centro de educación superior que ayudara a elevar la cultura nacional, que desarrollara la investigación científica y graduara profesionales con altos estándares técnicos y morales.
En aquella ocasión expresó Calderón Guardia: “…mi gobierno concentrará también sus esfuerzos en la fundación de la Universidad Nacional. No necesito, señores diputados, exaltar la conveniencia de tan magna obra, cuya omisión ha venido siendo una de las más sensibles lagunas que obstaculizan el mejoramiento del nivel intelectual costarricense. El centro universitario irradia sus luces y esparce el saber por todos los rumbos, dirige la opinión pública en materia social, y reverdece y da vida nueva al progreso general de la República”.
Hoy, estas sabias palabras toman vida con el excelente y abnegado trabajo que en medio de la pandemia ofrecen cientos de profesionales en ciencias médicas y otras profesiones. Sin olvidar por supuesto, la investigación iniciada para encontrar una cura para el Covid-19 y la construcción de respiradores asistidos y mascarillas que desarrollaron profesionales de la universidad.
Otra institución que ha sido vital en esta crisis lo es la Caja Costarricense de Seguro Social; fue creada el 1° de noviembre de 1941 y elevada al rango de institución autónoma en 1943. Actualmente, la Caja cuenta con 30 hospitales y más de 1.000 Ebais que constituyen uno de los sistemas de salud pública más robustos del mundo entero, y que es precisamente una de nuestras fortalezas principales en esta lucha.
El Código de Trabajo promulgado en 1943 se convierte en otra obra de sello socialcristiano. Fue un instrumento jurídico pionero y revolucionario que implementó en nuestro país derechos universales e irrenunciables para los trabajadores y que obligó a los patronos a asegurar a sus empleados en la Caja Costarricense de Seguro Social.
Además, logró establecer un equilibrio en las relaciones obrero-patronales que en esta crisis ha permitido sostener los derechos de una y otra parte para evitar la pérdida de más puestos de trabajo con la aplicación de la figura de la “suspensión de los contratos de trabajo”. Esperemos que, una vez superada la pandemia, vuelvan a reactivarse esos contratos en beneficio de la producción y el empleo del país.
Y finalmente, recordamos que durante la administración Rodríguez Echeverría se promulgó en el año 2000 la “Ley de Protección Al Trabajador”. En esta importante ley se crea el Fondo de Capitalización Laboral (FCL) que permitirá a miles de costarricenses enfrentar económicamente la crisis actual al poder disponer de su fondo de cesantía después de sufrir un despido o la suspensión de su contrato laboral.
Estas obras han reforzado la institucionalidad nacional tan necesaria para poder solventar situaciones de fuerza mayor.
Esta institucionalidad, junto al espíritu de unidad nacional y solidaridad nos permitirán salir adelante, eso sí, ejerciendo también con responsabilidad nuestro mandato de control político necesario para supervisar las acciones gubernamentales en esta coyuntura.
Cuatro obras con sello socialcristiano, obras que son molinos en este vendaval para poder encauzar su fuerza hacia el camino a la prosperidad.
¡Podemos más!
*Diputado