Donald Trump, exmandatario estadounidense, es otro de los protagonistas del año. Su avasallador regreso a la Casa Blanca y su capacidad para influir internacionalmente lo han consolidado de forma contundente.
Su retorno al poder no solo ha generado titulares, sino que también ha abierto un debate sobre su legado y el impacto de sus decisiones en un panorama mundial marcado por tensiones económicas y conflictos geopolíticos.
Con su estilo característico, Trump volvió después de sobrevivir a un atentado. Ahora enfrenta un contexto global que exige determinación y liderazgo, mientras que sus iniciativas económicas prometen nuevas oportunidades, particularmente en sectores relevantes como el comercio y la inversión.
En Costa Rica su figura no ha pasado desapercibida. Desde la renegociación de tratados hasta su enfoque en seguridad regional, el presidente electo ha dejado una huella en el diálogo político y económico nacionales.
Aunque su gestión sigue siendo motivo de controversia, nadie puede negar que Trump ha consolidado su lugar en la historia como un líder que redefine las reglas del juego político. Su influencia trasciende fronteras, convirtiéndolo en un actor clave en un mundo que continúa atento a cada uno de sus movimientos.