El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) registra poco más de 20 réplicas del sismo de 6.4 grados Richter que se percibió en el país el lunes en la noche y tuvo epicentro 110 kilómetros al oeste de Hacienda Murciélago en La Cruz, Guanacaste.
Los temblores, que se produjeron debido al proceso de subducción de las placas Cocos y Caribe, además se percibieron en suelo nicaragüense.
Datos a los que tuvo acceso El Diario del Pueblo revelan que la zona mantiene un amplio monitoreo ante la constante actividad telúrica.
Esteban Chaves, sismólogo del Ovsicori, indicó que los sismos registrados a inicios de semana están en el rango de lo normal debido al potencial que tienen esos suelos de generar movimientos telúricos más fuertes.
“Es una zona muy activa hacia el noroeste del epicentro del sismo principal. Fue donde ocurrió el terremoto de 1992, que generó un tsunami en Nicaragua.
Aunque no está en Costa Rica, tiene un impacto en nuestro país, principalmente en la costa guanacasteca y del Pacífico Central”, explicó.
De acuerdo con el experto, esa zona del Pacífico Norte podría experimentar eventos sísmicos que no solo afecten al país, sino también a Nicaragua.
“El sismo fue ampliamente percibido desde el Valle Central hacia el norte del país. Un evento como el que ocurrió es pequeño, pero la zona tiene potencial para generar uno más grande.
Eso nos recuerda que un sismo fuerte tiene potencial para desplazar el suelo oceánico y generar tsunamis y catástrofes no solo en Nicaragua, sino también en parte de nuestro país”, añadió.
Cabe mencionar que horas antes del sismo de 6.4 grados Richter se registró otro de 5.8 grados a una profundidad de 28 kilómetros, 98 kilómetros hacia el noroeste de Santa Elena, Guanacaste.
ESTUDIO
Ante esta situación los sismólogos mantienen bajo análisis la pampa guanacasteca porque podrían generarse eventos telúricos de grandes magnitudes.
“El terremoto de 1992 ha sido uno de los más estudiados, nos da muchísima información y con base en él entendemos dónde es que se producen los terremotos que generan tsunamis porque estos no se forman con todos los sismos, sino que deben tener características especiales”, afirmó.
Según Chaves, por la topografía costarricense no habría un impacto tan directo, sin embargo podría generarse un maremoto.
“Una de las ventajas de Costa Rica respecto a Nicaragua es que tiene las penínsulas. Los terremotos grandes en Costa Rica se generan justo debajo de las penínsulas de Nicoya y Osa, entonces cuando ocurre el evento se da el levantamiento de la costa y no el del suelo marítimo”, explicó.
El terremoto en Nicaragua se produjo el 2 de setiembre de 1992 frente a la costa del Pacífico y se cobró la vida de más de 100 personas.