Debido al sismo que ocurrió el fin de semana en Guatemala y que se percibió en varios países de Centroamérica, incluido el nuestro, el actual director del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), Marino Protti, aseguró que estos eventos son más comunes de lo que las personas imaginan.
“Este tipo de temblores, por lo menos en Guatemala, son relativamente frecuentes. En la última época han ocurrido sismos similares también en el país chapín con profundidad intermedia. Tenemos que recordar que la placa del Coco es relativamente más vieja que la que se subduce por debajo de Costa Rica, por lo que tiende a generar sismos más profundos”, explicó el sismólogo.
Además, indicó que estos movimientos se sienten en varios países de la región debido a su profundidad y magnitud, lo que hace que la energía viaje a distancias más lejanas.
“Estos son sismos que ocurren dentro de la parte ya subducida de la placa del Coco y por la profundidad tienden a sentirse en un área muy grande, tienen un movimiento lento, porque la energía de alta frecuencia se atenúa, la absorbe la tierra, porque las ondas sísmicas se trasladan por el manto, por otro lado, queda la energía de las ondas de baja frecuencia, las cuales no se dispersan tan efectivamente”, agregó.
Es decir, que al ser sismos profundos las pequeñas ondas que se generan llegan a sectores más lejanos, lo que ocasiona que en varios países se sienta el movimiento telúrico.