Soy una mujer divorciada de 48 años. Me divorcié hace 10 años y nunca más tuve relaciones sexuales. Un día lo escuché en un programa hablando de la soledad y la tercera edad, por eso me propuse buscar pareja. Como soy tan exigente me costó mucho, pero ahora estoy saliendo con un señor que me lleva apenas tres años. El problema es que solo hemos tenido dos relaciones y como que me cerré con los años, me cuesta la penetración y estoy como seca o cerrada.
En la actualidad son muchas las parejas que se separan o se divorcian y debido a lo traumático de la disolución del vínculo deciden al menos por un tiempo no tener relaciones sexuales ni nuevos vínculos emocionales. En algunas personas casi por inercia el tiempo se va alargando y a veces pasan años, lustros y décadas lejos del amor.
A veces esto se vuelve un estado permanente y en ocasiones irrumpe una relación sentimental que acaba con la abstinencia y a la vez genera dudas e incertidumbres. Particularmente muchas mujeres temen que su desempeño sexual no sea el mismo y hasta guardan el temor de que la cavidad vaginal se halla cerrado por la falta de uso.
Afortunadamente esto no sucede, la vagina con toda su capacidad elástica permite la penetración sin ningún problema, aun cuando se tengan muchos años sin vida sexual, desde luego en el tanto exista una adecuada estimulación, requisito indispensable para una penetración placentera e indolora en toda mujer.
Si, por el contrario, la relación resultara dolorosa o la penetración difícil debemos pensar en un problema hormonal y desde luego en mujeres cercanas a los 50 años se debe considerar la menopausia como uno de los probables causantes. Afortunadamente hoy con los avances de la ciencia estos problemas se solucionan fácilmente.