Soy una mujer divorciada de 30 años. Tuve un matrimonio que no fue malo, digo eso porque nos llevábamos bien, aunque la relación nunca funcionó, él andaba por su lado y yo por el mío. Sin embargo, en la cama la que nunca funcionó fui yo y siempre pensé que era porque él era un mal amante. Desde que me divorcié he estado con todo tipo de hombres para ver si disfruto y ya no me queda duda que la del problema soy yo. Creo que necesito ayuda.
Los problemas sexuales femeninos son muy frecuentes en nuestra cultura. Los estudios indican que probablemente el 70% de las mujeres tiene o ha tenido que lidiar con fallas en la esfera íntima.
Desdichadamente la mayoría de estas mujeres no busca ayuda profesional y algunas pasan buena parte de su vida marginadas del disfrute sexual. Esto es provocado por diversos factores, entre ellos la falsa creencia de que una mujer que no disfruta es porque el varón no sabe estimularla y eso ha hecho creer a muchas que el problema es estrictamente de la pareja y no de ellas.
Claro está, cuando por esta u otra situación la pareja se separa es común que esas mujeres, al tener relaciones con otro u otros hombres, manejen una alta expectativa sexual de deleite y el placer, que en muchos casos se viene abajo al notar que el gozo deseado no se produce.
Desde luego que eso nos habla de que el problema reside en la mujer, y es común que sean ciertas alteraciones hormonales las responsables del mal funcionamiento femenino. Como siempre mencionamos, la gran ventaja es que estos problemas, con los tratamientos actuales, sí tienen solución y le permite a la mayoría de las mujeres disfrutar las relaciones sexuales.