Se imagina que le digan “Si me lleva al Hospital San Juan de Dios me están esperando para liquidarme”.
Esto les ocurrió a los equipos de socorro del Comité Metropolitano de la Cruz Roja, que fueron alertados para atender a dos heridos por arma de fuego 50 metros al este del Colegio Seminario, en Barrio Naciones Unidas.
Los cruzrojistas llegaron hasta ese lugar, donde encontraron a Jorge Luis Guadalupe Romero, nicaragüense de 33 años con residencia permanente, y Marjorie Jacqueline Coto Cubillo, de 27 años, heridos de bala en diferentes partes del cuerpo.
“Nos despachan inicialmente para atender a dos heridos por arma de fuego en Barrio Naciones Unidas.
La Fuerza Pública en la escena es quien da la información y a nuestro abordaje encontramos a dos pacientes, una mujer de 27 años con impactos de bala en la cara y extremidades superiores, un hombre de 33 años con un impacto en la cara también.
Ambos son abordados por dos unidades de soporte del Comité Metropolitano y trasladados al Hospital Calderón Guardia”, narró Roberto Durán, paramédico que atendió a los heridos.
BALACERA
Ambos heridos llegaron fuertemente escoltados por la Fuerza Pública hasta el centro médico capitalino con el temor de que el gatillero que les disparó los siguiera para terminar el encargo, que sin lugar a dudas y por los plomos que impactaron en el Nissan Sentra placas 476448 en que viajaban era liquidarlos.
Testigos que por seguridad prefirieron el anonimato escucharon una serie de detonaciones, al menos seis, y luego el sonido de una motocicleta que huía a todo gas.
Al salir a ver se encuentran con un vehículo que tiene cinco impactos de bala en el parabrisas, todos dirigidos hacia sus ocupantes.
Hasta el lugar llegaron rápidamente oficiales de la Fuerza Pública, pues la balacera prácticamente tuvo lugar en el patio trasero del Ministerio de Seguridad Pública, a 150 metros de la sede en Barrio Córdoba.
MARICONA
Sobre el Nissan Sentra, al que incluso le cambiaron el color, pues el original era rojo, había una maricona. Coto Cubillo les dijo a los oficiales que contenía ¢100.000 en efectivo.
No se sabe producto de qué es ese dinero, lo que es un hecho es que ambos heridos están contando el cuento de milagro, pues el gatillero no tuvo la puntería para darles en la cabeza, que al parecer era hacia donde se dirigían los plomos.
MOTORIZADO
Tras un fuerte operativo en la zona, los uniformados dieron con un motociclista que huía a toda velocidad en las inmediaciones del Ministerio de Obras Públicas y Transportes en Guadalupe, sin embargo, tras inspeccionarlo lo dejaron en libertad.
El caso lo tomaron las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quienes esclarecerán lo que realmente ocurrió en este caso.