Basilea. (EFE).- El madrileño Jorge Andújar \’Coke\’, con los dos goles que supusieron la remontada (1-3), hizo reaccionar a un Sevilla dormido en el primer tiempo y triunfador en el segundo que superó al Liverpool y se proclamó pentacampeón de la Liga Europa.
Espectacular la historia sevillista en este torneo, pues en una década ha llegado a cinco finales y las 5 las ha ganado, en esta ocasión ante un rival de mucho renombre, el Liverpool, que tenía la oportunidad de igualar al club español con cuatro títulos en esta competición pero que se vio desbordado por una gran segunda parte de su rival.
El partido le iba bien al Liverpool porque no tuvo problemas para defender lo que hizo el Sevilla y su gran presión le valió para descontrolar al adversario. Sturridge, atento a lo que le ofrecían su compañeros, enganchó el balón de una manera espectacular y logró el 1-0 a los 35 minutos.
Tras el paso por los vestuarios, el arranque no pudo ser mejor para el Sevilla porque antes de que se cumpliera el primer minuto una incursión por la derecha del brasileño Mariano Ferreira, en gran estado de forma, sorprendió al exsevillista Alberto Moreno y el centro lo transformó Gameiro en el 1-1.
Los papeles cambiaron, los de Klopp pasaron por sus peores momentos ante un rival que tuvo más el balón y lo jugó con criterio.
Gameiro no marcó de milagro al cuarto de hora de la reanudación solo ante una gran intervención de Mignolet, pero tres minutos después una preciosa triangulación que inició Vitolo acabó con un certero y ajustado remate del capitán, Jorge Andújar \’Coke\’, en este partido otra vez extremo izquierdo, que no pudo atajar el belga.
El cambio radical que había dado el equipo de Klopp fue tan brutal como el instinto matador de los de Emery, que marcaron el tercero a los 70 minutos obra otra vez de Coke, no sin polémica pues lo protestaron mucho los ingleses al reclamar que un juez asistente había levantado la bandera. El caso fue que el 1-3 subió al marcador y que el Liverpool tuvo que ir a la desesperada por una remontada que no consiguió, ante un Sevilla crecido, maduro y campeón.