El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, sepultó la posibilidad de poner un impuesto al carbono, una iniciativa que se cotejo durante la administración anterior.
Lo anterior porque hay una dificultad en relación con el diseño del impuesto y sobre cómo medirlo y cobrarlo.
Así lo señaló durante un foro con empresarios, que fue transmitido por el programa Economía Hoy, del economista Gerardo Corrales, en el cual aprovechó para exponer el norte de la ruta fiscal.
Acosta confirmó que habrá un impuesto a la eficiencia energética, tal como lo adelantó DIARIO EXTRA. Esto se aplicaría a los automotores que ingresan al país.
Además se trabaja en la electrificación de los autobuses, que serían el principal foco de contaminación de la Gran Área Metropolitana.
Se quiere a través de una alianza público privada hacer la inversión por leasing para que no la hagan directamente los autobuseros y cumplan con cambiar la flotilla a eléctricos.
Otra modificación será a la Ley sobre la Propiedad de Vehículos. Ya está en proceso el proyecto para generar una curva de pérdida de valor en los vehículos, que no es depreciación. Acosta indicó que se necesita una base de datos para tomar decisiones.
“Los vehículos se tienden a depreciar más rápido al principio, pero después tienden a tener un valor de rescate. Vamos a poner un límite, que podría ser ¢1 millón, lo estamos valorando, y a partir de ahí todos pagarían ¢30.000, independientemente de lo que sea. El 92% de los carros pagará menos”, explicó el jerarca.
Añadió que a partir de ahí todos van a estar seguros de que el carro valdrá menos cada año.
LA ESTRATEGIA FISCAL
Esta irá enfocada en una contención y control del gasto público para hacer más eficiente el uso de recursos. En cuanto a la regla fiscal dijo que no tiene sentido mantener instituciones que no impactan en el déficit fiscal.
Viene también una reforma al Código de Normas y Procedimientos Tributarios. Adelantó que son opciones interesantes en defensa de los contribuyentes.
El otro capítulo se enfocará en la eliminación de exoneraciones porque todas tienen un costo fiscal y algunas datan de hace muchísimos años, como es el caso de los productores de cabuya.
Mencionó que las exoneraciones deben revisarse cada 5 años, que deben tener un plazo definido.
“El problema es que establecemos exoneraciones, pero no vemos si cumplen el rol”, recalcó.
Finalmente está el tema del impuesto de renta, cuya iniciativa llegará la próxima semana al Congreso. La propuesta incluye una serie de cambios para los contribuyentes.
LOS RIESGOS
Entre los riesgos que pueden traer complicaciones en la ruta se menciona el agravamiento de los conflictos internacionales como la invasión de Rusia a Ucrania y el surgimiento de nuevos conflictos armados.
La lucha contra la inflación se incluye en la lista de retos internos y externos, así como el alza en las tasas de interés por parte de los bancos centrales del mundo.
Acosta reconoció que si a nivel internacional se va en esa dirección será muy difícil que el Banco Central pueda dar un giro en la tasa de política monetaria.
El ministro no ve que la tasa de política monetaria pueda colocarse muy por debajo del 9%.