La Sabana.- Lo que pasó en el Torneo de Copa cuando el Monstruo se coronó campeón parece que no es obra de la casualidad y ayer lo demostró teniendo hambre de triunfo pues cuando parecía que no daba más, se repuso, le dio vuelta al marcador (4-2) y le regaló una importante victoria a la afición morada.
En apenas 5 minutos de la primera parte llegó el gol generaleño en un grave horror del zaguero central Kendall Waston quien quiso salir jugando pero el delantero pezeteño Jorge Gatgens se avivó para quitarle la redonda al borde del área y vencer a Donny Grant y para decretar el 1-0.
Por otra parte, la escuadra tibaseña lo intentaba, con pocos argumentos por intermedio de Diego Estrada y Manfred Russell quienes fueron de los más incisivos, no obstante, hasta ese momento el cerrojo generaleño no se rompía. A pesar del pobre desempeño morado durante algunos lapsos del encuentro, el jugador Mynor Escoe le puso cifras de empate a su equipo, pues al 26\’ le devolvió la alegría y confianza a los poco más de 12 mil aficionados morados que se hicieron presentes al reducto de La Sabana, con un tanto de gran factura que dejó sin opciones al guardemeta Jorge Poltronieri el cual vio como se introducía el balón de manera agónica en su arco. Los primeros 45 minutos finalizaron con un equipo morado volcado al ataque en busca del tanto que les diera la ventaja, a pesar de esto, los números no se movieron.
WASTON VILLANO, ESCOE HÉROE
El complemento inició movido, con un matiz diferente, pues ambos equipos querían la victoria y el primero en quererla fue Pérez que en apenas un minuto concretó el segundo gol, tras una falla (nuevamente) de Waston quien cometió una falta de penal que más tarde ejecutaría Brunete Hay de forma exitosa para definir el 2-1.
Pero la alegría les duró muy poco a los pezeteños, ya que Mynor Escoe se hizo presente nuevamente en el marcador para poner el 2-2, en un pase desde el costado derecho que supo aprovechar para darle un respiro al conjunto morado.
La tarde mágica de Escoe no terminaba ahí, 9 minutos más tarde volvió a concretar, esta vez de cabeza, para darle la ventaja al Monstruo por primera vez en todo el encuentro.
Del lado generaleño se venía un declive, no solo en las cifras, sino también en la parte física, ya no era ese equipo luchador que se vio en la primera parte, más bien se vieron cansados y con pocas ganas, especialmente durante los últimos minutos, factor que aprovecharon los dirigidos por Rónald González para adueñarse del balón y sentenciar el cotejo por intermedio de Ariel Rodríguez que puso números definitivos de 4-2. Con esto el Deportivo Saprissa cosecha sus primeros tres puntos, lleno de virtudes pero también de horrores que casi le cuestan la victoria.