El Ministerio de Justicia y Paz tiene una serie de falencias en lo que corresponde al reclutamiento y selección, lo cual afecta la contratación de las personas que laborarán como policías de las cárceles.
Así lo señala la Contraloría General de la República, que entre otros concluyó que para la determinación de las necesidades del personal penitenciario se utiliza un procedimiento inexistente formalmente.
Entre las debilidades detectadas en la auditoría del ente contralor están la ausencia de requerimientos fundamentales que facilitan la selección de candidatos idóneos, como la entrevista, exámenes médicos y físicos, al tiempo que no se han modificado algunos de los procedimientos utilizados para ajustarlos al nuevo perfil policial.
“Existen debilidades relacionadas con la determinación de la cantidad de plazas que se requieren como parte de la planificación del proceso de reclutamiento y selección del vigilante penitenciario; así como en la coordinación entre los diferentes actores que intervienen en ese proceso”, reseña la Contraloría.
Otro de los aspectos analizados tiene que ver con la formación que se brinda en la Escuela de Capacitación, pues se detectó el archivo de expedientes, existencia de 658 vigilantes que no cuentan con el curso básico policial y no se suscribe un contrato de capacitación con los aspirantes a vigilantes penitenciarios para recibir dicho curso.