Dos de los agregados de la economía que más resentirán la crisis sin precedentes que significa la pandemia del Covid-19 para la economía costarricense serán la demanda del sector externo por algunos de nuestros bienes y servicios, y lo referente al consumo de los hogares.
Así lo dio a conocer el Banco Central en el análisis de la coyuntura económica de nuestro país, que dio a conocer este viernes. En el reporte estimó que la caída de la producción nacional para 2020 rondará un 3,6% del Producto Interno Bruto (PIB).
Aparte de la baja en la demanda de bienes y servicios, Costa Rica sufrirá con los efectos por las condiciones financieras internacionales y solo se verá parcialmente afectado por la caída en los precios del petróleo.
A nivel interno las medidas de confinamiento que aplica nuestro país sin duda alguna tendrán un impacto en los volúmenes de producción de las empresas y su dinámica de actividad.
Esas medidas llevaron al cierre de fronteras y la suspensión de actividades masivas, que a la vez generan menores ingresos a las empresas y hogares, lo que impacta la demanda agregada y el empleo.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la crisis devenida del Covid-19 no tiene parangón reciente, y por sus efectos se estima que generará reacciones similares a la Gran Depresión de 1929.