Joseline Aguilar, su familia y vecinos se unieron para ayudar a Miguel Corrales Arce y Ariel Durán Rodríguez, quienes fueron víctimas de un incendio que acabó con la estructura de dos plantas de 300 metros cuadrados donde vivían.
El incidente que se presentó en Goicoechea, de Coopeservidores Novacentro 300 oeste y 25 sur y dejó a estas personas sin electrodomésticos, ni ropa, pues solo pudieron salir con lo que llevaban puesto.
La familia de don Miguel la integran él, su esposa y una hija, mientras que la de Ariel tiene un bebé de 7 meses, tres niños de 10, 11 y 12 años, y su esposo.
El más pequeño cumplió meses de vida la madrugada que se produjo el siniestro.
Debido a la difícil situación que atraviesan solicitan colaboración que se puede enviar por Sinpe móvil a los números 6040-2596 y 8568-3741, que se encuentran registrados a nombre de Miguel Corrales y Xinia Loreta Rodríguez Solís, respectivamente.
LA FAMILIA SALIÓ
Don Miguel contó a DIARIO EXTRA que se acostó temprano porque entraba a su trabajo a las 3 a.m., pero cerca de las 12:30 a.m. del sábado su esposa le dijo: “Se está quemando la casita”. En ese momento se levantaron y salieron corriendo.
Por su parte, Ariel indicó que a esa misma hora ella y sus hijos apenas iban a dormir y escuchó un sonido como el de unas bombetas, esto le pareció extraño a su esposo que dijo: “¡Qué raro!, ¿qué es esa bulla?”.
De inmediato, su cónyuge se asomó por la ventana y al ver las llamaradas gritó: “Se está prendiendo esto”.
Ariel se salió de la cama y fue por su hijo más pequeño, pues se encontraba en la cuna, también les avisó a sus retoños, así pudieron salir todos para colocarse en una zona segura lejos de las llamas.
En medio de la emergencia, su esposo sacó el cilindro de gas para que no explotara, evitar daños mucho mayores e incluso muertes.
“Yo no me preocupé por cama, por pantallas, por ropa, por nada, con solo decirle que ni un pañal agarré para el bebé”, manifestó doña Ariel.
En medio de la emergencia y gracias a la rápida respuesta de Bomberos de las dos mascotas que tenían pudieron salvar a su perrito, que hoy sufre las consecuencias de inhalar tanto humo, pues tiene tos y en apariencia asma, sin embargo, no pueden costear los medicamentos o el pago de un veterinario porque que la familia quedó en una situación económica muy difícil. En cuanto a la otra, una lora, lamentablemente acabó calcinada.
De acuerdo con los afectados, el fuego inició en la parte de arriba de la vivienda y se expandió rápidamente por la propiedad, pues estaba construida con madera y tenía un aproximado de 55 años de antigüedad.
LOS AYUDARON
La Asociación de Desarrollo Integral (ADI) de Santa Cecilia y San Gerardo de Goicoechea en conjunto con la Comisión Municipal de Emergencias (CME) brindaron colaboración a la familia, por lo que hicieron coordinaciones para habilitarles el salón comunal y que pudiera servirles de albergue por unos días.
Armando Artavia González, miembro de la ADI, explicó que la CME les entregó colchonetas, cobijas y diarios para cubrir las necesidades básicas.
“Existe una posibilidad de una casa de alquiler, pero eso nosotros no lo estamos manejando, es la CME, ellos decidieron que tenían que ir al Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) para coordinar una serie de cosas de una posible vivienda a futuro. Tienen que solicitar el papel por el evento en Bomberos”, dijo Artavia.
Además, Hugo Olivas Gamboa, presidente de la ADI, contó que los afectados tienen comodidades como la cocina, duchas y baños que les ayudarán a cubrir sus necesidades básicas.
Desde horas tempranas del domingo, los vecinos se unieron para llevarles víveres, ropa y otros productos de primera necesidad para su alimentación.
En una de las casas aledañas a la propiedad donde se presentó el incendio colocaron una cajita para una colecta con un mensaje que dice: “Ayudemos a nuestros vecinos que perdieron su casa con un rojito”.
Joseline Aguilar, quien tuvo la iniciativa de recoger el dinero de esta forma, comentó que lo que vivieron como vecinos fue impactante y se pusieron en sus zapatos. “Como vecinos que somos hay que apoyarlos”, dijo.
Asimismo, detalló que su madre y otra de las vecinas fueron casa por casa a recolectar las cosas que otros pudieran brindarles.
Lamentablemente, la tragedia no terminó para las familias, pues durante las labores de escombreo que realizaba don Miguel en compañía de sus vecinos, se metió un clavo de unas 4 pulgadas aproximadamente en el pie y se lo traspasó de lado a lado.
Un vecino de buen corazón llevó a don Miguel en su carro a la clínica para que lo atendieran.