Una posible visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, genera preocupación en Washington y el presidente Joe Biden dijo que los mandos militares se oponen por miedo a aumentar las tensiones con China.
A una pregunta sobre esta posible visita de la líder demócrata Biden respondió el miércoles por la noche: \”Los militares piensan que no es una buena idea\”.
Varias delegaciones estadounidenses visitaron recientemente Taiwán, una isla con gobierno autónomo que cuenta con el respaldo de Estados Unidos, pero que China considera una provincia rebelde y reclama como parte de su territorio.
Nancy Pelosi sería la personalidad estadounidense de más alto rango en visitar la isla en décadas. La legisladora es, de hecho, después de la vicepresidenta Kamala Harris, quien sucedería al presidente en caso de ausencia, según la Constitución.
Pelosi dijo que Biden no habló directamente con ella sobre Taiwán y añadió: \”Tal vez los militares temían que nuestro avión fuera derribado o algo así por parte de los chinos\”.
\”Ninguno de nosotros ha dicho nunca que estamos a favor de la independencia cuando se trata de Taiwán. Eso lo decide Taiwán\”, precisó.
Su oficina no ha confirmado la visita pero la filtración del plan en la prensa enfureció a Pekín.
\”China se opone firmemente a cualquier forma de intercambio oficial entre Estados Unidos y Taiwán. (…) Si Pelosi visita Taiwán, (…) esto tendría un impacto grave en la base política de las relaciones sino-estadounidenses y enviaría la señal equivocada a las fuerzas independentistas en la isla\”, reaccionó el martes un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
\”Si Estados Unidos persiste en seguir su propia idea (sobre Taiwán), China tomará medidas enérgicas y fuertes para salvaguardar firmemente su soberanía nacional e integridad territorial\”, acotó.
La controversia llega en mal momento ya que Biden prevé hablar con su homólogo chino Xi Jinping \”en los próximos diez días\”, según señaló el miércoles por la noche.
El presidente estadounidense, que ya lidia con la invasión rusa de Ucrania y una montaña de problemas internos, no quiere abrir un nuevo frente, cuando las tensiones en torno a Taiwán ya son extremadamente altas.
Por su lado, el jefe de la CIA, Bill Burns, dijo recientemente que la pregunta no es si China invadirá la isla, sino \”cuándo y cómo\”.
Biden ya irritó a Pekín al afirmar a finales de mayo que Estados Unidos intervendría militarmente para apoyar a Taiwán en caso de una invasión de la China comunista.
Posteriormente dio marcha atrás y utilizó el término de \”ambigüedad estratégica\”.
Este concepto deliberadamente vago, que ha regido la política de Washington respecto a Taiwán desde hace décadas, consiste para Estados Unidos en establecer el principio de \”una China única\” cuya capital está en Pekín.
No reconoce oficialmente a Taiwán, pero la apoya militarmente y evita decir si intervendría militarmente para defenderla en caso de invasión.