Soy un hombre soltero de 24 años. Tengo una novia desde hace casi dos meses, y tenemos relaciones hace como un mes. La primera vez que estuvimos juntos yo estaba muy drogado y no funcioné. Me sentí muy mal, porque yo quería impresionarla. Por eso, me propuse no consumir drogas los días que la veo, pero cuando estoy con ella se me viene a la mente que voy a fallar y fallo. Ella ha sido comprensiva, pero me siento muy mal.
Las drogas tienden a desmejorar la respuesta sexual, y en algunos casos propician fallas tanto en la erección como en la eyaculación, además de que pueden disminuir el deseo sexual, mencionarlo es importante porque se tiende a creer lo contrario por tanta información errada que circula en las redes sociales. El efecto es mucho más acentuado cuando se combinan diversas sustancias, por ejemplo, licor y alguna de las denominadas drogas mayores.
Por otra parte, se ha descrito que en el hombre es común que, ante una falla sexual, se genere cierta inseguridad sexual que puede propiciar subsiguientes pifias, así el varón experimenta un temor creciente a volver a fallar, de manera que ese nerviosismo ocupa el foco de atención y el marco de la conciencia al momento del acto sexual que le impiden un buen rendimiento.
El agravante reside en que con cada falla aumenta el temor y el nerviosismo siendo más factible que se presenten nuevas fallas, que como se comprenderá facilitan este ciclo sin fin de autopropagación.
Afortunadamente hoy contamos con diversos medicamentos que nos permiten romper este ciclo, desde luego es fundamental que el paciente se aleje de las drogas para que no vuelva a recaer.