Fue presentado apenas el pasado jueves en la noche como nuevo director de la Dirección Seguridad e Inteligencia Nacional (DIS), pero ya tiene muy claro su norte al mando de este importante cuerpo policial.
Celso Gamboa estuvo en DIARIO EXTRA para hablar de sus planteamientos en su nuevo puesto y el polémico vuelo de la Presidenta que lo pusieron a él en ese cargo.
¿Cómo tomó la noticia de ser el Director de ese importante cuerpo policial?
Ahora tengo un sombrero más, cuando Mario Zamora y doña Laura me llaman para ser Viceministro, yo era fiscal en Limón, en ese momento fue una noticia agradable para todos en la casa. Lo de la DIS no se toma como sorpresa porque es una noticia similar.
Mi hija me llamó para preguntarme qué era lo que iba a hacer porque por su edad no entiende, pero el resto de mi familia y mis amigos se comunicaron para felicitarme. Es una responsabilidad más a las que ya tengo, me siento muy honrado que me confiaran la seguridad de la Presidenta.
¿Cómo y cuándo le informan qué quieren que asuma?
La mandataria me llamó personalmente y me pidió que asumiera, no puedo decirle que no a ella, es un tema país y ella cree que soy la persona indicada. No lo sospechaba, pero es un tema que no es nuevo. Además, no es la primera vez que tengo un cuerpo policial a mi cargo.
¿Cuáles son las primeras acciones a desarrollar en el puesto?
Lo primero que hice fue reunirme con los dos pilares que componen la DIS en un desayuno para determinar responsabilidades; ver el procedimiento, estamos poniéndolo nombre y apellido a las funciones que le toca a cada uno.
¿Qué mejoras valoran para ejecutar en esa policía?
Continuar con el legado de Mauricio Boraschi, él no lo hizo mal, sería ingrato decir que todo está mal; hay que dar un golpe de timón.
Tenemos una gran ventaja, Boraschi fue compañero mío en la Corte, con la DIS siempre hemos tenido una relación cordial en traslado de información y ahora se cobija bajo nuestro mismo manto.
La función de la DIS es hacer acopio de información y trasladarla a la parte operativa para que se desarrollen operaciones concretas, es la parte no visible de la operación, precisamente hay que bajarle el perfil a esa perceptibilidad nuestra como hombres de inteligencia. Hay una sutil diferencia entre éste y una figura mediática.
¿Y refuerzos?
La DIS viene teniendo éxitos importantes, la labor de inteligencia es ingrata porque estos éxitos no se ven, los créditos los disfrutan otras policías, pero precisamente ese es el trabajo, mantenerse al margen.
Tanto la PCD como el OIJ pueden confirmar el fuerte insumo que dan en sus operaciones.
Debido a que sigue en Seguridad Pública, ¿cómo distribuirá sus labores?
La ventaja es que conozco un poco el puesto porque Boraschi tenía mucha relación de comunicación con nosotros (MSP), de hecho era mucho más fácil verlo en Seguridad Pública que en Presidencia.
Lo que nos corresponde son reuniones periódicas para evaluar la información que el equipo de inteligencia recoge, después de que los analistas la hayan procesado se determina qué sirve y qué se desecha.
Voy a estar en el MSP o en el despacho de Presidencia cuando lo necesiten, la figura del Zar antidrogas continúa y sigo como Viceministro de Seguridad.
¿Cómo ve las iniciativas de algunos diputados que proponen eliminar la DIS?
Hay cientos de iniciativas en la corriente legislativa que no llegan a buen término, uno supone que todo nace de buenas intenciones. Sin embargo, hay que meditar muy bien si se va a señalar a la DIS con semejantes cuestionamientos, lo mínimo es que se tengan pruebas para hacerlo, que es lo más justo.
En el momento que pase algo ilegal, cerramos y nos vamos porque eso no se puede permitir
¿Cómo analiza el polémico vuelo presidencial, a raíz del cual usted asume la DIS?
Hubo una cadena de errores por un grado de confianza importante y momentáneamente se expuso la dignidad e integridad de la primera ciudadana del país. Eso es un error imperdonable, lamentablemente le tocó asumir la responsabilidad a Mauricio por su grupo, pero también a lo interno debe realizarse un investigación disciplinaria para saber cómo es que llega esa cadena de errores, porque ahora es muy sencillo señalar y decir que es culpa de Mauricio, pero es un tema muy ingrato.
¿Van a cambiar algún protocolo por lo sucedido?
Ya existen protocolos bien diseñados y correctos, no los vamos a modificar; hubo un fallo en uno de los factores que no se puede controlar que es el humano, porque es impredecible.
Por ejemplo, no dormí bien anoche y hoy cerré un ojo y en ese momento pasó algo, eso fue lo que sucedió, pero si se analiza con detenimiento cuál es el protocolo de seguridad de la Presidenta se darán cuenta que está bien.
Hay otros temas que se han detectado, uno de ellos es que el país carece de una cultura de seguridad. En cualquier nación debe haber una revisión de las cosas con las que se ingrese, a dónde va estar el Presidente y Primer ministro del país, y aquí eso debe ser más estricto.
¿Pero plantearán algunos nuevos?
Estamos estableciendo nuevos protocolos de seguridad, que nos van a permitir conocer con anticipación su agenda, sus actividades y hacer exploración de todas esas variables con las cuales uno puede estar jugando: saber a la par de quién se va sentar, con quién va conversar, qué tipo de reuniones va tener, eso es parte de su seguridad e integridad política que debe mantener.
Este golpe que nos dimos es el ejemplo más claro que la confianza puede exponer a cualquiera, lo vivimos con doña Laura y lo experimentó toda Costa Rica. Un meneón de ese nivel fue lo que desató la salida de Mauricio, pero él ni siquiera estaba en el país; sin embargo es el grupo que estaba a su cargo.
¿Va tener más seguridad o más escoltas en sus labores?
Ella va tener su espacio, pero vamos a ser muy celosos de las actividades a las que asiste y la gente con la que se reúne.
Si yo les pudiera contar cuánta gente ha rechazado la DIS para que se reúna con la Presidenta no terminamos. El problema es que falló una vez y eso fue imperdonable.
La Presidenta por su don de gente rompe mucho el protocolo, ¿Cómo lidiar con eso en razón de su seguridad?
Ella se ajusta mucho a los protocolos de seguridad, por supuesto, como cualquier persona con su investidura en algunos momentos lo romperá y está en nosotros tener la habilidad para encauzarla.
Doña Laura caminó conmigo por la calle en los carnavales de Limón y no pasó nada porque tiene detrás un cuerpo de seguridad. Se está trabajando con la mejor gente para que la respalde. Yo no voy a ser su guardaespaldas, pero se está trabajando con el mejor equipo para que ella sea accesible, pero estando segura.
¿Debe tener la Presidenta un avión propio?
Es un tema presupuestario (altísimo) y sin ser experto le digo que tendría un costo político elevado, pero creo firmemente que la Presidente debe tener su propio avión.
El año pasado para Seguridad Pública compramos dos helicópteros, y salió gente diciendo que no le gusta que tenga aire acondicionado, grúa y visión nocturna, y que querían que compráramos cuatro helicópteros de segunda sin ninguna garantía. Para la seguridad siempre se debe pensar en lo mejor.