Su inestabilidad mental y no querer enfrentar un juicio por dos homicidios llevaron a Guillermo López Arce a quitarse la vida en una celda de los Tribunales de Justicia de La Fortuna.
Este hombre fue llevado desde el Hospital Psiquiátrico en San José, donde estaba recluido, al paradisiaco lugar de San Carlos para enfrentar una audiencia en la cual definirían si debía ir a juicio por la causa penal en la que está involucrado.
Debido a que estaba internado ese centro médico, el hombre vestía con ropa del hospital, por lo que tomó el pantalón para hacerle un nudo y rodearse el cuello, posteriormente lo ató a un barrote y tras subirse a la banca de cemento se dejó caer para acabar con sus días.
Como en todos los centros donde hay reos, los custodios hacen rondas y fue en una de esas cuando uno de los agentes encontró a López guindando.
El oficial llamó al servicio de emergencias, sin embargo ya no había nada que hacer, pues su muerte era un hecho, según Alexander Matarrita, administrador regional del Poder Judicial de La Fortuna.
CALCINÓ A ESPOSA Y NIETA
López estaba recluido hace aproximadamente un año como sospechoso de prenderle fuego a su casa, sin importarle que adentro estaban su esposa y nieta en Santa Rosa de Pocosol, San Carlos, el año pasado.
Ambas mujeres murieron calcinadas dentro a la vivienda y al hombre lo detuvieron horas después por este descabellado crimen, del cual siempre fue consciente pero por su estado mental lo llevaron al Psiquiátrico.