Un vagonetero precavido perdió la vida por revisar su maquinaria antes de seguir trabajando. Su propia máquina, la que le daba de comer, le quitó la vida.
Juan Mateo Sojo, de aproximadamente 53 años, perdió la vida bajo el pesado automotor en el que trabajaba todos los días en el quebrador de Bajo Feluco, ubicado en Beberly de La Bomba, Limón.
Un vagonetero precavido perdió la vida por revisar su maquinaria antes de seguir trabajando. Su propia máquina, la que le daba de comer, le quitó la vida.
Juan Mateo Sojo, de aproximadamente 53 años, perdió la vida bajo el pesado automotor en el que trabajaba todos los días en el quebrador de Bajo Feluco, ubicado en Beberly de La Bomba, Limón.
El chofer hacía su labor normal en el río donde recogía material, pero al parecer un sonido extraño, en el cajón de la vagoneta, lo hizo bajarse para revisarla.
Antes de lanzarse a “jugar de mecánico” tiro el cajón abajo y posteriormente se metió para revisarlo sin ni siquiera imaginar que ahí abajo lo estaba esperando la muerte.
Cuando Sojo revisaba la vagoneta, un desperfecto hizo que la presión de las barras se perdiera y eso provocó que le cayera todo el cajón encima para matarlo casi de inmediato.
Algunos compañeros que estaban trabajando cerca vieron el trágico suceso y llamaron de inmediato a emergencias mientras intentaban sacar a este hombre vecino de Cartago de donde había quedado atrapado.
Minutos después la Cruz Roja de Limón llegó al lugar y por más que el socorrista, Alexánder Jiménez, trató de dar alguna esperanza, ya el hombre estaba sin vida.
UN CHAVALO PULSEADOR
Compañeros de la víctima lo recordaron como “un chavalo pulseador”, pues tenía aproximadamente 5 meses de estar en la zona y a parte de ser vagonetero vendía bolsitas de plátano para ganarse un dinero extra.
“Siempre pasábamos vacilando, era un excelente compañero y trabajador, me quedé asombrado con lo que pasó. No pude ver nada, solo me contaron que había muerto bajo la vagoneta”, dijo Juan Carlos González, compañero de Sojo.