Quienes rondamos los 30 años o más, y que nos ha tocado ir a los Equipos Básicos de Atención Integral de Salud (Ebais) de diferentes lugares del país, sabemos lo que es hacer filas kilométricas rezando a Dios que al final nos dieran un campo de cita para ese día.
Algunos madrugamos, pasamos frío y finalmente, cuando estamos cerca de obtener una ficha, nos indican que se acabaron los campos y que si queremos ser atendidos deberemos venir al otro día, a ver si topamos con mejor suerte.
Muchos pensamos que con la aparición del Expediente Único Digital de Salud (EDUS) estas filas iban a desaparecer, sin embargo, fue una alternativa que no brindó mucha solución porque cuando ingresamos a la aplicación pocas veces hay espacios, bueno, y en el caso de que haya, porque algunos nos metemos todos los días y por más intentos que hagamos no encontramos nada.
Precisamente esta situación fue conocida a fondo por la presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Marta Esquivel, quien hizo un llamado a todos los funcionarios para que eliminen estas filas. Muchas veces es justo y necesario que los jerarcas lleguen al lugar de los acontecimientos para que se den cuenta de lo que ocurre en realidad, porque desde un escritorio resulta muy difícil conocer lo que viven los usuarios, los asegurados y los beneficiarios de las instituciones.
Y, si no hicieran caso, se deberían atener a las consecuencias. Seamos realistas, nadie o casi nadie iría a hacer fila de madrugada si no se sintiera mal, entonces por qué no tratar de dar toda la atención posible a la mayor cantidad de personas.
Además, a nadie le están dando permiso contantemente en el trabajo para faltar o llegar tarde a ver cuándo tiene suerte de que le den cita en el Ebais, hay personas que realmente ocupan atención porque los aqueja alguna enfermedad no atendida o algún padecimiento que si sigue a la espera lo único que provocará es que esta persona encuentre la muerte.
Los asegurados topan con otro gran problema y es que, lamentablemente, en todo lado hay corrupción y personas buscando sacar provecho.
No podemos evitar llegar hasta quienes van a hacer fila para luego vender los espacios.
Y es que, aunque muchos quieran tapar el sol con un dedo, hay muchas personas que conforman redes que se dedican a vender campos y a sacar citas de manera poco correcta, lo que quiere decir que lastimosamente existen personas dentro de las instituciones que ayudan a perpetuar esta corruptela que tanto hemos tratado de erradicar.
Y como cuando se viene una llegan todas juntas, el principal problema de la Caja es el ausentismo de la gente, las llegadas tardías y ni siquiera nos detenemos a pensar en el poco compromiso que muestran algunos funcionarios de cumplir con su trabajo. En múltiples ocasiones, cuando salen a tomar su tiempo de café o de almuerzo, agarran el doble sin importarles la cantidad de pacientes que están esperando y, peor aún, los padecimientos que tienen.
Esperemos que estas visitas se hagan de manera más periódica, para que los funcionarios sientan un poco más de compromiso, pues muchas veces se torna necesario percibir que la cabeza de la institución está al tanto para no bajar la guardia.