Un trabajo que requiere astucia, paciencia y riesgo es el que hacen los narcotraficantes que pretenden ingresar a las cárceles todo tipo de drogas en mercadería insospechable.
El decomiso más reciente se presentó en la prisión de San Sebastián, donde en dos encomiendas de comida los oficiales penitenciarios descubrieron un cargamento oculto en pollo asado y ensalada de caracolitos que llevaba una mujer de apellido Castro.
Según las autoridades, en dos porciones y en el medio traían marihuana; en los caracolitos revueltos con mayonesa iban varias dosis de cocaína, marihuana y éxtasis. Para tapar el envoltorio colocaron culantro y luego lo mezclaron, según los narcos, con el fin de no llamar la atención de la policía.
La prohibición de la visita familiar e íntima por la pandemia del Covid-19 desde hace varias semanas ha provocado, de acuerdo con las autoridades carcelarias, una considerable disminución en el ingreso de droga a los centros penales, lo cual causa que los reos adictos se desesperen por consumir.
Ante esto, el precio se ha elevado considerablemente: un puro de marihuana antes tenía un valor de ¢1.500 y ahora llega a ¢2.500, una punta de cocaína costaba ¢2.500 y ahora ¢3.500. La pastilla de éxtasis pasó de ¢3.000 a ¢5.000.
Por lo cual el genio de los considerados chefs del narco está en su máxima expresión con el fin de hacer llegar el estupefaciente hasta sus clientes.
DIARIO EXTRA ha venido informando sobre los constantes decomisos que han efectuado en los últimos días las autoridades de La Reforma, donde los ingeniosos narcos colocaron la droga en tajadas de pan cuadrado, inclusive los celulares también son cotizados por los reclusos.
La mujer sospechosa fue remitida al Ministerio Público donde espera le resuelvan la situación jurídica, mientras las autoridades penitenciarias le confeccionaron un informe para evitar que ingrese durante un año a centros penales en caso de que la Fiscalía disponga que quede libre.